Me levanto cerca de las 12 del mediodía, cansado por haberme acostado a las 4 de la mañana escuchando música o viendo vídeos en YouTube porque no tengo netflix y la televisión ya me aburrió. Agarro mi cepillo de dientes, busco agua filtrada porque hoy es uno de esos días en los cuales no hay agua en el chorro. Me veo en el espejo y veo como mi cara ha cambiado, paso de ser un náufrago a un náufrago con la cara fresca y los dientes limpios. Salgo a la cocina y saludo a mi mamá, papá y mi abuela, quien después de regañarme por levantarme tarde, me da mis dos arepas con queso. Me dirijo a mi cuarto, prendo la tv, pongo el canal 46 que es ‘’Warner’’ y por donde veo una de mis tres series favoritas ‘’The Big Ban Theory’’.
Ya terminando de desayunar, veo en el teléfono de mí mamá si no me han enviado un whatssapp de la universidad o alguna otra persona en particular, y si, uso el celular de mi madre porque el mío lo dañé en uno de mis impulsos, estaba muy obstinado y lo estrellé contra la pared. Era el teléfono o mis nudillos. Culpo a mi ex por ello.
Veo que no tengo ningún mensaje, devuelvo el teléfono con un poco de decepción, pero indiferentemente sigo mi camino. Hoy me dispongo hacer lo que hago siempre desde que empezó esta cuarentena ‘’Dar vueltas por la casa como un zombi, abriendo cada 10 min los estantes y la nevera para ver si mágicamente aparece alguna comida que veo en los videos de Tastty’’, pero no, solo hay agua, y si, no les mentiré, tengo para preparar unas buenas panquecas, pero entonces tendría que esclavizarme en la cocina haciendo panquecas para mí y toda la familia, y no tengo animo de hacerlo.
Salgo de mi cuarto a tratar de socializar con los tres adultos que hay en esta casa y término discutiendo con mi abuela, quien es del partido oficialista y, por lo tanto, muy cerrada de mente al momento de discutir temas políticos. Yo por otro lado, tengo una postura muy diferente, lo que ocasiona que choquemos y discutamos casi todos los días. Esa es mi rutina durante una o dos horas, incluso hemos durado todo un día en ese problema.
Cuando agarro la laptop para hacer tareas, siempre pongo un poco de música, entre estas: Rock Alternativo; Bon Jovi, Nirvana o bandas del 2000s. Sino, escucho canciones SAD, como: Dancing in the dark de Joji, cantantes independientes como Nf, Phineas y Flora Cash, entre otros. Reviso Facebook, comparto algunas cosas, en su mayoría canciones, me río un poco de ocurrencias que publica la gente y luego me salgo de la Laptop porque me aburro rápido, soy de esos que prefieren mil veces estar pegado en el móvil que en un computador.
Ya se aproxima la noche, otro día sin hacer nada más que tarea para poder graduarme y así poder irme de Venezuela con un título universitario en el cual diga que sirvo pa’ algo en esta vida. Ceno y me acuesto en mi cama en completa oscuridad, ya tengo el celular para mí solo, empiezo a escuchar música, mientras me imagino que estoy en la disco escuchando ‘’LA Z Y la L’ mientras hago mis pasos prohibidos, los cuales he practicado con mucha dedicación estos tres meses de encierro.
Luego hay un momento de seriedad y es cuando la ansiedad hace acto de presencia. Siendo casi las 12 de media noche, empiezo a imaginar mi futuro y veo mi presente, me deprimo y me dan ganas de llorar, pero no soy de esos que lloran, así que me aguanto y dejo que los pensamientos y la imaginación hagan de la suya, ya es algo incontrolable. He durado toda la madrugada en eso, ya casi son las 4 de la mañana, es hora de dormir, mañana será otro día, pero con el mismo plan. Me levanto como a las 12 del mediodía, cansado por haberme acostado al 4 am escuchando a mis pensamientos y esperando con hacían salir de este bucle.
Christian Colmenares