El alto costo del pasaje ha obligado a los venezolanos a optar por otras alternativas de transporte. Algunos caminan largos trayectos; otros, simplemente usan su vieja bicicleta para llegar a su destino. Pese a que ambas opciones son saludables y ecológicas, lo cierto es que es una señal de la crisis que vive el sector.
Prensa de Lara | Lorena Rojas
Ante el reajuste en la tarifa del pasaje urbano que se realizó tras el alza del dólar hace dos semanas golpeando el bolsillo de los larenses, muchos se han visto obligados a tener que caminar aunque sea los tramos más cortos para ahorrar.
Usuarios que se dirigen desde los diferentes sectores de Barquisimeto, hasta sus sitios de trabajo que en su mayoría se encuentran en el centro de la ciudad, aseguran que pese al inclemente sol que pueda hacer en el día prefieren caminar para seguir priorizando su dinero en alimentos.
«En mi caso camino desde mi casa en El Ujano hasta Las Trininarias para poder agarrar carro más rápido o para ahorrar, pero no solo hago eso, también me ha tocado caminar hasta el centro o el hospital desde la casa, eso lo hago porque no estoy percibiendo muchos ingresos y hay que comprar la comida y los artículos personales», dijo Ramón Colmenares, quien aseguró que las unidades de transporte que van hacía el este en horas de la tarde están cobrando Bs.5.
En una situación similar vive el señor Lucilo Sarmiento, quién aseguró que diariamente camina 6 km para ir y venir de su vivienda ubicada en La Ruezga.
«Diario requiero Bs.9, camino en las mañanas y en las tardes debido al costo del pasaje y lo corto del salario, que solo alcanza para dos o tres viajes», expresó.
Afluencia es baja
Que las personas hayan optado por caminar hasta sus destinos también a impactado a los transportistas quienes aseguran que pese a que hicieron un ajuste en la tarifa, el mismo no sería suficiente para los costos de operatividad, pero no aumentan más debido a que están reportando poca afluencia de usuarios en las unidades.
