El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha expresado su respeto a la «decisión soberana» de Venezuela de convocar al embajador español en Caracas y llamar a consultas a su representante diplomática en Madrid, a la vez que se ha abstenido de calificar al país gobernado por Nicolás Maduro como una «dictadura».
«Convocar a un embajador, yo lo he hecho en varias ocasiones, y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto no hay nada que comentar», ha indicado el ministro en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, donde ha recordado que trabaja para «tener las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela», del que el pueblo español se siente «tremendamente cercano».
Asimismo, ha evitado calificar a Venezuela como una «dictadura» y ha explicado que como no es ni «catedrático de derecho constitucional» ni «un politólogo», sino ministro de Exteriores, es «la última persona» que debe poner «cualquier tipo de calificativos», sobre todo de «un país hermano» el venezolano.
El presidente de la Asamblea Nacional pide la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales después de la aprobación en el Congreso español de una proposición para reconocer al opositor como presidente electo
Las declaraciones de Albares se producen después de que Venezuela haya convocado al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y haya llamado a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a unas «insolentes, injerencistas y groseras» declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que en un acto el jueves se refirió al Gobierno de Nicolás Maduro como una «dictadura» al recordar el exilio de millones de venezolanos.
Las tensiones diplomáticas entre España y Venezuela tienen lugar horas después de que el candidato opositor Edmundo González, que se encuentra en España tras abandonar por deseo propio Venezuela para solicitar asilo, fuera recibido en la mañana del jueves por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.
A esto se suma que el miércoles la Asamblea Nacional de Venezuela propuso una resolución para instar a Maduro a romper «todas las relaciones» diplomáticas y comerciales con España, después de que el Congreso de los Diputados, a instancias del PP, reclamara al Gobierno que reconozca a Edmundo González como presidente electo.