El politólogo Sergio Graffe analizó escenarios sobre las inhabilitaciones: La elección primaria representa una oportunidad para que el sector más representativo de la oposición venezolana pueda contar con un candidato unitario para presentarlo en la elección presidencial del 2024; sin embargo, es un proceso complejo que supone superar muchos obstáculos relacionados con la propia organización de la elección y con las inhabilitaciones políticas actuales y las que puedan aparecer antes o después de la primaria; y ante tales circunstancias los 14 aspirantes que se postularon no pueden descartar ningún escenario debido a que en esta ocasión el gobierno de Maduro hará lo posible para impedir la realización exitosa de esa elección o de disminuir su alto impacto en la opinión pública una vez que la consulta popular se lleve a cabo el próximo 22 de octubre.
Más allá de algunas diferencias puntuales sobre un programa de gobierno que genere las condiciones políticas, sociales y económicas para una transición a la democracia, la posición de los candidatos sobre las inhabilitaciones políticas podría representar una crisis considerable que eventualmente ponga en riesgo la aparente unidad de criterio que se observa en este momento porque no existe consenso sobre una estrategia única; porque si bien todos coinciden en rechazar este mecanismo gubernamental para sacar del camino electoral a potenciales candidatos con capacidad de derrotar a Maduro, difieren en el método que hay que implementar para superar las presentes y futuras amenazas.
Las tres complicaciones más importantes de este momento es que 1) la Comisión Nacional de Primaria (CNP) pueda cumplir con las exigencias técnicas, logísticas y financieras para realizar la elección primaria; 2) que se pueda desarrollar sin la interferencia oficial (saboteo) o peor aún, que 3) el Tribunal Supremo de Justicia la intente suspender por motivos de la participación de los candidatos inhabilitados (María Corina Machado, Henrique Capriles y Freddy Superlano) o por la “inhabilitación” de la propia Comisión que está organizando este proceso ciudadano (bloqueo).
El primer punto de los anteriores es un asunto que compete exclusivamente a la Comisión Nacional de Primaria y se supone que deben tener un estimado de los costos totales y disponibilidad financiera para la reproducción, distribución y recolección del materia electoral que se va a utilizar, los espacios para que funcionen los centros de votación nucleados, personal de apoyo y miembros de mesa, así como la protección de los electores participantes, de los lugares donde funcionaran los centros y del material utilizado; pero los otros dos puntos constituyen un desafío mayor ante el cual hay que tener una respuesta preparada para cada contingencia y la ruta probable es a) solicitud formal por parte de la CNP al gobierno nacional para que autorice el uso de los centros de votación en una elección regular y así evitar el argumento oficial de que no se le hizo la petición; b) desconocimiento de la posible medida del máximo tribunal con el riesgo de incurrir en un desacato y sus consecuencias “jurídicas”; c) seleccionar un candidato unitario por consenso entre los postulados si no se pudiera realizar la primaria por saboteo o bloqueo del gobierno y d) convocar masivas manifestaciones pacíficas de calle para exigir la restitución del derecho político a la participación electoral con el apoyo de la comunidad internacional.
Sobre el tema de las inhabilitaciones hay que analizar el actual contexto político, el apoyo popular que tiene cada candidato en las encuestas y sus posibilidades de ganar la primaria para poder comprender la opinión de cada uno porque existen dos criterios que lucen encontrados pero que pueden congeniar bajo ciertas condiciones de tiempo y de la actuación del gobierno.
Durante el debate “Hablan Los Candidatos” organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, el pasado 12 de julio, quedó claro que existe un acuerdo entre ellos para rechazar las actuales y futuras inhabilitaciones; sin embargo, esta declaración genérica no es suficiente para definir la estrategia si uno de los inhabilitados gana la primaria porque por un lado está la “tesis María Corina” que plantea “aquí no cabe hablar de sucesiones. Para qué son las elecciones?, para que la gente decida y no para que el régimen imponga a quien quiere de contrincante. Lo que viene será duro y vienen muchas barreras (…) no podemos jugar con las reglas de la tiranía”. Es decir que hay que llegar “hasta el final”, estrategia que es comprensible en su caso porque de esa forma es coherente con su discurso duro y agresivo en contra del gobierno, es favorita para ganar la primaria y está inhabilitada. Esa posición es lógica. Esta tesis es apoyada por el ex gobernador de Bolívar Andrés Velázquez porque según él “sería decirle al tirano que puede ir inhabilitando candidatos hasta que tenga el que le parezca”.
Por otro lado está la “tesis Delsa Solórzano” que propone un orden en la sucesión candidatural por si ocurre lo mismo que en Barinas con las inhabilitaciones sucesivas de Freddy Superlano (que ganó la gobernación y fue inhabilitado después del triunfo) y su esposa, pero la Mesa de La Unidad (MUD) tuvo la inteligencia de no caer en el error de no participar o llamar a la abstención y en menos de un mes escogieron por consenso a Sergio Garrido que a la postre derrotó al chavismo en su territorio histórico y es el actual gobernador.
Esta ruta también es respaldada por Carlos Prósperi y Henríque Capriles; y también se puede explicar porque es reducida la posibilidad de que alguno de ellos gane la primaria y cualquiera podría resultar el candidato escogido por consenso si María Corina Machado la gana y no logra generar una amenaza real que obligue al gobierno a suspender su inhabilitación y pueda participar como candidata presidencial en el 2024. Es una especie de “todos tienen razón pero van presos” si no se ponen de acuerdo en el aprovechamiento del 85% que quiere un cambio político en el país y se empeñan en defender a ultranza su propia visión sin que la prioridad sea salir de este gobierno.
Considero que aunque ambas posiciones parezcan antagónicas y hasta irreconciliables no es así si se evalúan los escenarios y se toman en cuenta las variables de la oportunidad y de tiempo antes de la elección del 2024 porque tanto la tesis de “hasta el final” como la de la “sucesión” contienen elementos intrínsecos que se pueden complementar debido a que la señora Machado propone un esquema absolutamente válido y defendible así como el simbolismo político del caso Barinas y se pueden establecer como un plan estratégico general y no descartar ningún escenario porque lo único que no está permitido es un llamado a la abstención o no presentar candidatos.
Finalmente, propongo que si María Corina Machado gana la primaria como lo indican todos los estudios de opinión que he visto, todos los candidatos deben salir en defensa de su habilitación con manifestaciones pacíficas de calle hasta que el CNE publique el cronograma electoral y si llegado ese momento no se ha logrado el objetivo, se deben postular todos los candidatos para la elección presidencial con el compromiso de que todos se retiren si María Corina Machado se logra inscribir también; pero si no es así, le pasas la pelota al campo del gobierno y lo obligarías a que incurra en inhabilitaciones sucesivas como ocurrió en Barinas y ante lo cual habría que establecer la sucesión progresiva hasta que los inhabiliten a todos.
En un escenario así, ya estaría formalizando que es una dictadura con las consecuencias que ello implica porque es distinto inhabilitar a un candidato a gobernador de un estado que a un candidato a la presidencia de la República. Es cuestión de astucia y ante un realismo político.