Caracas carrocéntrica: urgen políticas y campañas sobre seguridad vial

Redaccion El Tequeno

Corredores y ciclistas en Caracas enfrentan el mismo problema: en la ciudad faltan espacios para que puedan circular sin riesgos. La poca seguridad vial vuelve peligroso moverse a pie o en dos ruedas por las rutas habilitadas por las alcaldías, que expertos denuncian como peligrosas, mal diseñadas o inacabadas.

Tras el arrollamiento y la muerte de la corredora Nathalie Lanza de Ave el 20 de agosto en Chuao, municipio Baruta del Área Metropolitana, el debate sobre la movilidad urbana en la capital del país se ha reavivado.

Grupos de deportistas exigen a las autoridades tomar medidas para evitar accidentes fatales. No obstante, especialistas indican que el asunto no solo afecta a aquellos que van a trotar o que se trasladan en bicicleta, sino a los peatones en general. Insisten en que urgen nuevas políticas públicas y campañas para cambiar el panorama.

“La Caracas que tenemos ahora es una ciudad donde la movilidad activa (gente que se mueve caminando, corriendo o en bicicleta) no es la prioridad en la vía. Aquí en Caracas seguimos en la inercia de una ciudad hecha para los carros. En la que, además, esos carros no parecen tener control ni límites”, explicó José “Cheo” Carvajal, director de Ciudad Laboratorio, a Efecto Cocuyo.

Alejandro Solé, instructor de la BiciEscuela Urbana, indicó que es necesario abordar el tema desde múltiples esferas. El Área Metropolitana de Caracas cuenta con 810 kilómetros cuadrados de territorio, de los cuales sólo hay alrededor de 30 kilómetros de ciclovía, aseguró Solé.

Tampoco abundan sitios para corredores, la mayoría de las opciones seguras son parques públicos o urbanizaciones.

“Esta es una Caracas totalmente carrocéntrica, que se desarrolló con ayuda del petróleo. Hay mucho desconocimiento al ciclista, al peatón, a cualquiera que esté afuera del carro. Hay que empezar por sensibilizar”, apuntó.

Falta espacio en las calles

Caracas es una ciudad de aceras estrechas, algo que organizaciones como Ciudad Laboratorio han reportado en múltiples oportunidades. La mayor parte de las calles está ocupada por vías para automóviles a pesar de que el porcentaje de los caraqueños que se mueven en carro particular se encuentra alrededor del 20 %, de acuerdo con Carvajal.

“Pero ocupan más de tres cuartas partes de la vía. Esa asimetría es absurda. Se ha llamado la atención sobre ese tema desde hace mucho y es muy poco lo que se hace para respetar lo que se tiene que respetar”, expresó el director de la ONG.

Actualmente las aceras de la capital no solo son angostas, sino que se han convertido progresivamente en estacionamientos de vehículos, carecen de rampas peatonales, están llenas de obstáculos y no cuentan con buena iluminación.

Carvajal sostiene que, además, el poco respeto a las normas viales vuelve complejo moverse en avenidas donde, se supone, las personas deberían poder caminar tranquilas.

“En 2018 hicimos un estudio sobre infraestructura peatonal. Si bien en las avenidas el límite de velocidad es de 40 kilómetros por hora, en la mayoría de los casos donde no había tráfico siempre estaba por encima de los 50. En muchos casos por encima de 60 y en algunos hasta más de 80 kilómetros por hora. Estoy hablando de la avenida principal de Colinas de Bello Monte o la Río de Janeiro”, advierte Carvajal.

Esos últimos puntos de la ciudad, apunta, son dos vías por las que suelen transitar corredores, a riesgo de ser arrollados por algún conductor que vaya al doble de la velocidad permitida.

Corredores sin rutas seguras

A falta de sitios seguros a los cuales acudir, los grupos de corredores se concentran los fines de semana en puntos como la Cota Mil, ubicada al norte caraqueño, que recorre 13 kilómetros. Otros lugares son la Avenida Teherán, en Montalbán, al oeste, o el Paseo Los Próceres.

Carvajal insiste en que los accidentes y arrollamientos de peatones y corredores en la ciudad se han vuelto frecuentes, pero usualmente no son abordados en medios de comunicación y tampoco hay cifras oficiales de parte de las instituciones estatales o cuerpos de seguridad.

Las alcaldías y algunas organizaciones promueven, durante el año, distintos eventos dirigidos a deportistas, en los que cierran calles o avenidas y proporcionan seguridad a través de funcionarios de la policía.

Pero este escenario no es el habitual: las personas se quejan de que la ciudad no está planificada para aquellos que se trasladan a pie y que no existen medidas para salvaguardar a los que hacen ejercicio.

“Los que caminan o corren tienen que hacerlo por los lugares más mezquinos de la ciudad: aceras mínimas, destruidas, no encuentran para cruzar la calle porque no hay rayado o porque ni siquiera hay rampas para que todo el mundo tenga accesibilidad”, detalla Carvajal.

La ciclovía mal trazada

Si Caracas no es ahora mismo una ciudad amigable para los corredores, tampoco lo es para los ciclistas. En el municipio Libertador, que se extiende a lo largo de 433 kilómetros, solo tiene 19 km de ciclovía.

El municipio Chacao, cuya jurisdicción abarca 13 kilómetros, cuenta con una primera etapa de 3.3 kilómetros de carril.

“La ciclovía de Libertador tiene muchos errores de trazado, diseño, ejecución. Existe, pero está tan mal ejecutada que los ciclistas no la utilizan. Ayer que no había llovido yo me podía meter por esa ciclovía, hoy con el palo de agua que cayó ni loco la toco, porque sé que me voy a caer. Ruedas dos kilómetros y llegas al piso”, afirmó Alejandro Solé el 25 de agosto.

Agregó que la ciclovía pasa por la acera, por lo que los peatones caminan por la ruta y no dejan mayor espacio para pasar.

“Es su derecho, porque está en la acera y yo como ciclista estoy invadiendo su espacio seguro”, indicó Solé. Agregó que en Caracas predomina el concepto de que la bicicleta es un asunto recreativo o deportivo y no un medio de transporte.

“Cuántas veces a mí me gritan desde una camioneta: “Vete a la Cota Mil”. Yo no estoy utilizando la bicicleta como algo recreativo y, si así fuera, no tengo por qué irme a un espacio tan reducido como la Cota Mil”, comentó el instructor.

Yesenia fue arrollada

Yesenia Sumoza, coordinadora de la organización BiciCultura, fue arrollada por un vehículo mientras se movía por una acera durante la tercera semana de agosto. Aunque no sufrió lesiones graves, advierte sobre la necesidad de que se promueva educación vial y que el tema de la movilidad sostenible se mantenga en la palestra pública.

“Mientras en todo el planeta están tratando de cambiar los combustibles fósiles y moverse de otras formas, aquí no se piensa para cubrir la necesidad de las personas sino para favorecer la velocidad del auto particular”, comentó a Efecto Cocuyo.

Agregó que la falta de formación respecto de temas viales hace que transitar a pie o en dos ruedas en Caracas sea peligroso para niños, adultos y ancianos.

“No sabemos nada de seguridad vial: estamos raspados. Los accidentes automovilísticos son una de las principales causas de muerte entre personas de cinco a 29 años. Tú no ves casi niños en las calles, porque creamos una ciudad donde los chamos ni siquiera se pueden ir al colegio caminando”, subraya Sumoza.

Indicó que el problema afecta no solo a Caracas, sino a todo el país, debido a que las autoridades no se han sensibilizado al respecto. El domingo 6 de agosto falleció Jean Luis José Suárez Rojas, ciclista de 31 años, tras ser arrollado por un vehículo cuando transitaba por la avenida Juan Bautista Arismendi en Nueva Esparta.

“Ahorita pasó con la chica (Nathalie Lanza) y lo más terrible de este caso es que nuestra ley es tan absurda que esa persona se va a declarar culpable, van a rebajarle la pena a la mitad y no va a ir presa realmente. Va a poder manejar, porque no está en ninguno de los causales de revocación de licencia. Eso es absurdo, aquí hay que empezar a revocarle la licencia a los que maten gente con un auto”, agregó Sumoza.

Un problema urgente de movilidad

Entre las recomendaciones de los expertos a las instituciones estatales para atender el problema de movilidad urbana en Caracas están:

📍 Actualizar leyes y normativas viales, basándose en las necesidades y el contexto presente.

📍 Darle mayor espacio a las prácticas de movilidad y generar puntos de encuentro en la ciudad, a través de políticas públicas.

📍 Promover campañas efectivas sobre seguridad vial en la urbe, que abarquen temas como el control de la ingesta del alcohol.

📍 Situar el tema en la lista de prioridades estatales y repensar planes de infraestructura y vías en la ciudad.

📍 Asumir el rol de proteger a las personas que se mueven en las calles, con las instituciones correspondientes.

📍 Impulsar medios de transporte sustentables como la bicicleta.

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