La crisis del agua en Caracas se agudiza en medio de la pandemia de la Covid-19 y los habitantes de la capital de Venezuela están pagando por un servicio que resulta ser uno de los más caros del mundo.
Jesús Armas, presidente de Ciudadanía sin Límites, informó que actualmente el agua está parcialmente privatizada y que aunque hay quienes reciben un servicio prácticamente gratuito, otros pagan altas cantidades de dinero.
“En Odese, Dinamarca, la ciudad con el servicio de agua potable más caro entre los países desarrollados, la factura por el servicio es de $10,5 por cada 1.000 litros; mientras que en Caracas se pueden pagar hasta $20 por 1.000 litros de agua. Además, en Dinamarca el servicio es por tuberías y el sueldo mínimo es de $2.580 mensuales, suficiente para pagar la factura del agua, pero en Venezuela con un salario de apenas $1.52 al mes, el agua no es asequible para los venezolanos lo que vulnera el derecho humano al agua de sus habitantes”, denunció Armas.
Específicamente en el caso de Caracas, entre los meses de abril y junio de 2020, los caraqueños gastaron alrededor de 13.2 millones de bolívares en camiones cisternas cuyo costo promedio fue de 65 dólares, mientras que en los momentos de mayor escasez puede llegar a superar 100 dólares. Esta cantidad de dinero los caraqueños no lo pueden pagar por lo que el agua es un lujo”, indicó Armas haciendo referencia a la encuesta de Monitor Ciudad.
El presidente de Ciudadanía sin Límites detalló que la alternativa al camión cisterna en las comunidades es pagar por el acarreo de agua y de acuerdo a Monitor Ciudad “entre abril y mayo llegó a costar Bs. 1.770.000 semanales, aproximadamente $10”. Algunos de estos pagos se realizan mediante el intercambio de productos alimenticios por lo que a su juicio resulta difícil, especialmente para las personas mayores de pocos recursos económicos sobrevivir a esta situación.
En este sentido, los caraqueños se han visto obligados a almacenar toda el agua posible y de esta manera no gastar en camiones cisternas o acarrear agua. Sin embargo, son pocos los hogares que pueden soportar interrupciones de más de una semana sin agua. “Los tanques de almacenamiento de los edificios se diseñaron con reservas para dos o tres días. Algunos edificios, como los de la Urb. Juan Pablo II y los Bloques de El Silencio, ni siquiera tienen tanques; no era necesario.” complementa el Ing. Jesús Vásquez, director de Monitor Ciudad. De acuerdo a datos de la organización, en promedio los caraqueños solo reciben agua 2 días a la semana, por lo que en cada hogar se invirtieron 4 horas semanales en labores de almacenamiento o acarreo de agua, el equivalente a 30 minutos diarios.
Armas añadió que la calidad del agua ha desmejorado y actualmente se registran fallas en los procesos de potabilización y poco mantenimiento de los embalses, además del deterioro de la red de tuberías por las que transita el agua antes de llegar a las comunidades. Debido a esta situación los caraqueños han optado por comprar o recargar agua en botellones gastando en promedio Bs. 310.000 semanales, entre los meses de abril y junio.
“Los caraqueños y, en general, los venezolanos vivimos con racionamiento de agua constante; cuatro de cada 10 caraqueños afirmaron no recibir agua en la semana, lo que conduce a una privatización parcial del servicio de agua, donde los particulares son quienes proveen un servicio que debería ser público”, agregó.
En este sentido, explicó que el Estado venezolano debe garantizar el acceso al agua potable segura y asequible, y para lograrlo es necesario realizar inversiones adecuadas en infraestructura, proporcionar instalaciones sanitarias para fomentar prácticas de higiene.
Nota de prensa