“La esperanza son lo último que se pierde”. Este común axioma podría ser claramente el mensaje más repetido dentro del seno de la organización Cardenales de Lara y más tras lo logrado este lunes, cuando derrotó a Tiburones de La Guaira 8 a 6 en extrainnings, gracias a un jonrón de dos carreras por parte de una de sus principales figuras, el siempre rendidor Hernán Pérez.
LVBP | Rayner Rico
El éxito le sirvió a los pájaros rojos para cortar una racha adversa de cuatro derrotas al hilo y conservar unas breves opciones matemáticas de trascender a la gran final de la LVBP, aunque no todo dependa de ellos, al conservar ahora récord de 4-8 y ponerse a tres juegos de la cima, con cuatro juegos por disputar.
Asimismo, los dirigidos por Carlos Mendoza pudieron sacar adelante un partido que tuvieron dominando casi que, en su totalidad, pero que perdieron el control del mismo justo al final, por lo que podría servirles de fuente de inspiración para encarar lo que les queda de instancia.
Fue el equipo litoralense el responsable de inaugurar el score con una rayita en el primer episodio, después de inatrapable de Balbino Fuenmayor hacia el centro con el que anotó Maikel García, quien había llegado a primera base por boleto y movido a segunda tras rodado de Franklin Barreto hacia el inicialista.
Los emplumados lograron emparejar las acciones pronto. En el segundo episodio ante el mexicano Aldo Montes, que embasó al foráneo Kenny Vargas por la vía de los cuatro envíos fuera de la zona de strike, para luego permitir doblete del criollo Pedro Castellanos. Montes siguió enrollado al otorgarle un pasaporte a Rangel Ravelo, que congestionó las almohadillas.
Le llegó el turno a Juniel Querecuto y falló con elevado flojo que atrapó el campocorto Maikel García y Alí Sánchez sacó un manso rodado, el cual manejó el receptor Arcia para retirarlo en la inicial, pero no pudo evitar que Vargas anotara la de la paridad.
El iniciador crepuscular Luis Lugo, pasó la página de su titubeo del capítulo uno y lanzó dos más de dominio al sacar de out a los seis escualos que enfrentó, siempre avalado por su ofensiva, que en el cuarto acto le brindaron un par de rayitas más de respaldo, gracias a un vuelacercas con un compañero a bordo de Juniel Querecuto, su primero de la postemporada.
Tiburones acusó los golpes y se sacudió de uno de madera rápida con el bate de Ángel Reyes, una de las grandes figuras del compromiso al final del mismo. El refuerzo proveniente de Águilas del Zulia largó cuadrangular solitario por la grada central, el segundo en juegos sucesivos, ante el propio Lugo que venía de retirar a ocho adversarios seguidos.
Cardenales, sin embargo, en situación crítica aprovechó el descontrol, además de la ineficacia del azteca Montes, que se mantuvo para la parte alta del quinto. Si bien logró sacar un par de outs después de sencillo de Jecksson Flores, se complicó al darle base por bolas a Kennys Vargas y pelotazo a Pedro Castellanos con un wild pitch intercalado que le permitió a Flores meterse hasta el plato a pura velocidad.
El manager Henry Blanco le dio la confianza a Montes de mantenerse en la lomita y la estrategia no le resultó, porque el cubano Rangel Ravelo le pegó un incogible remolcador de otra carrera y hasta allí le llegó su actuación. Carlos Suniaga lo relevó y culminó con la extensa entrada.
El “toma y dame” continuaría, porque La Guaira otra vez iba a descontar en el marcador en el cierre de ese quinto tramo, nuevamente con Ángel Reyes como protagonista, al sacar su segundo tetrabatazo de la jornada, este sí con un tiburón sobre los cojines. El juego 6 a 5 y la entusiasta fanaticada guairista festejaba en las tribunas.
En el octavo, frente a los envíos del hermético Arnaldo Hernández como lanzador por Tiburones, el conjunto larense pasó por la registradora de nueva cuenta en las piernas de Querecuto, empujado por un rodado hacia la segunda base del joven Javier Sanoja.
Cuando todo lucía favorable para la escuadra barquisimetana, con dos de ventaja (6 a 4) y su cerrador Vicente Campos encimado en el montículo, apareció el ataque guairista para hacer algo que han hecho en lo extenso de toda la campaña: venir de atrás e igualar las acciones.
Ángel Reyes lideró la arremetida ante Campos al abrirle con hit hacia el patrullero izquierdo y luego meterse hasta la goma tras otro incogible de Wilson García, que hizo incurrir en una pifia defensiva a Odúbel Herrera, quien falló en su fildeo para que la bola lo sobrepasara. García pudo llegar hasta la intermedia.
José Adames lanzó 1.1 entradas en blanco para llevarse una victoria vital para Cardenales
Campos dominó a Alcides Escobar con fly al parador en corto, obsequió una transferencia a Francisco Arcia y Ehire Adrianza también se quedó corto, con otro elevado, este al guante del jardinero derecho Moisés Meléndez. Parecía que el apagafuegos de Cardenales había solventado la situación, pero no fue así porque Maikel García, que llegó a la confrontación de 3-0, respondió como lo ha hecho en todo el torneo y empató el juego para forzarlo a entradas extras.
José Adames por Lara y José Quijada lanzaron ambos el décimo episodio sin aspavientos y dejaron en brazos de sus colegas del bullpen el destino del juego.
El jovencito Jonathan Petit recibió la bola por parte de Henry Blanco y la experiencia de Odúbel Herrera con base por bolas y luego de Hernán Pérez con el jonrón, lo hicieron sucumbir para que al final fuera el pitcher derrotado.
“Me lanzó un slider que lo dejó prácticamente en todo el medio. Gracias a Dios pude hacer un buen swing y la bola salió del parque. Había fallado los cuatro primeros turnos, aunque nunca es tarde en el juego”, le dijo Hernán Pérez tras el compromiso a las pantallas de SimpleTV.
Luis Madero se apuntó el rescate, su primero de los playoffs, al trabajar la baja de la undécima entrada en blanco, con todo y que Rafael Marchán le endosó un doblete a su actuación, que al final no tuvo ningún tipo de incidencia en el resultado.
El dominicano Adames se apuntó su primer lauro del todos contra todos, mientras que Petit cargó naturalmente con el descalabro para colocar ahora su marca en 0 y 1.
“Nosotros vamos a salir a jugar pelota, vamos a dar lo mejor de nosotros en el terreno de juego. El resultado se va a ver al final del día, pero nosotros vamos a competir, no nos vamos a rendir y batallar hasta lo último”, sentenció Pérez, que alcanzó los 3 cuadrangulares y las 11 remolcadas en el Round Robin y ubicarse entre los líderes de ambos departamentos.
Cardenales viajará de vuelta a casa para descansar este martes, mientras que Tiburones deberá encarar otro duro desafío contra su rival moderno, Leones del Caracas, en condición de visitantes en el Universitario.