Hablar de Carrizal es hablar de la tierra predilecta de Guaicaipuro, hoy abandonada a una suerte de resentidos de la política que hacen las veces de gobernantes.
La oscuridad que se vive en las calles de Carrizal es el
reflejo de lo oscuro que es el gobierno. Por cierto no permitamos que
este se invente un impuesto y que para alumbrado una locura total.
La oscuridad es lo opuesto a claridad a transparencia y las gestiones de
gobierno deben ser transparentes, la rendición de cuenta debe ser en
lugar público y de frente al pueblo no encerrado en centros comerciales,
esto a propósito de el acto de «entrega de cuentos y cuentas» que el
alcalde pretende hacer en el CC super líder dónde solo irán sus
«aplaudidores» de oficio.
No hace falta que vayan les puedo decir que ha hecho en 2 años, lo único efectivo es meterle la mano al bolsillo de los comerciantes, el resto se traduce en nada, nada y nada, hasta la plaza de montaña alta se la financiaron desde Miraflores con la fundación Venezuela Bella, por cierto que yakelin Farias está esperando le entregue cuentas de cuántos euros por fin se mamo allí.
Le queda poca gente por cierto, en la Ladera uno de sus bastiones, la gente está muy molesta con la administración, según dicen terminaron 20 apartamentos nuevos y solo 4 de ellos serán para los habitantes que tienen allí en ranchitos años esperando y 16 apartamentos para gente que viene de otros municipios, el objetivo es poner a esa gente a votar aquí ya que no confía en los electores del municipio, se espera la culminación de otro edificio completo para inundarlo de gente externa y asegurarse unos votos duros.
Ni que traiga una población de Chinos entera se salvará de la expulsión de este pueblo dónde solo ha venido ha rumbear y a vacacionar.
Jesús Cortez