Estimado exlíder Henrique Capriles, te escribo esta carta porque estoy sorprendido ante los injustos, desmesurados y malintencionados ataques para malponer ante la opinión pública a un líder de la Unidad y de este país como Leopoldo López. También porque me confunde el concepto que tienes acerca de la ambición, pues creo que la palabra te describe muy bien.
Los mirandinos vivimos muy de cerca el accionar del liderazgo que alguna vez tuviste y que tus asesores buscan recuperar con estos golpes bajos, pero que por el contrario ponen en evidencia tu inconmensurable deseo de estar por encima del bien y del mal, además de la ingratitud ante una persona y un partido político como Voluntad Popular que disciplinadamente te ha apoyado en todos los procesos en los que has participado. Es raro que un político sin la suficiente humildad para aceptar las decisiones de su organización pueda llamar a otro ambicioso, pero entendemos porque, como dicen tus compañero de Primero Justicia, no eres un hombre de partido.
Leopoldo era el dirigente más popular durante tu primera incursión presidencial contra Chávez en 2012, pero al estar injustamente inhabilitado decidió salir del camino a sabiendas que un régimen antidemocrático no le devolvería fácilmente sus derechos políticos y declinó de forma gallarda en las Elecciones Primarias de un año antes para brindarte su apoyo (hasta un acto maravilloso se montó en el Colegio de Ingenieros para tal fin). No conforme con eso, una vez ganaste, se montó en la campaña como un caballo, tratando de unificar a todos los factores para que se convencieran que tú eras la mejor opción y así lo hizo. En la segunda carrera, contra Maduro, fue todavía más allá, siendo el primero en llegar y el último en salir del Comando, ofrendando para ti todo su esfuerzo y el de su partido, empujando durísimo para que llegaras. No obstante, padecimos un fraude por el cual yo, y creo que muchísimos más, no se nos pasó la arrechera tocando cacerola. Seguimos arrechos, no olvidamos, aunque entendemos que hay cosas con las que no todo el mundo nace.
Antes y después de eso, te acompañamos en la Gobernación de Miranda, resaltando las cosas buenas que tu equipo lograba a pesar de tu ausencia permanente, haciendo omisión de la lejanía y el sectarismo que tristemente te han caracterizado. Para nosotros, con Leopoldo siendo incisivo al respecto, la Unidad siempre ha estado en primer término. Somos testigos de lo que ha hecho Leopoldo por la Unidad, sacrificándolo todo, sin su familia (sus hijos, esposa, madre, madre y hermanas están fuera del país a causa de la persecución), estando encerrado mientras muchos hablan de unas comodidades que no existen, sigue trabajando y dando fuerzas a un partido que se mantiene en pie de lucha, que sigue empeñados en salir de esto por la vía constitucional que mejor aplique, en busca de unas elecciones realmente libres; pero tú, apreciado exlíder, apareces como una suerte de tercera vía con la misma ambigüedad para hablar que a todos desorienta pero que esconde el miedo a meterte en problemas junto con las ganas de estar por encima de todos.
¿De quién es la ambición? Te retiraste del mundo político por un tiempo y quieres que lo olvidemos, pero no. Desapareciste durante el nombramiento de Juan Guaidó como Presidente de la Asamblea Nacional y posteriormente como Presidente Encargado de la República. Fue después de la presión de la gente y luego que más de 60 países reconocieran a Juan que tú diste un “apoyo” al que las comillas le quedan grandes.
Pasaste al congelador de nuevo, tal vez por cosas personales que respetamos, pero en vez de regresar con la humildad que debe tener un exlíder que busca retomar la senda de la popularidad, sales como imprescindible. Te cuento que solo lo son aquellos que luchan toda la vida por lo bueno, no quienes van y vienen como si la política se trata de un pasatiempo.
En todo lo logrado por Juan no has hecho nada. Has roto el trabajo del partido al cual perteneces, el cual sigue montado y de frente con la causa, porque, querido exlíder, es una sola y únicamente entendiendo eso es que vamos a ganar.
Serás necesario en la reconstrucción de este país, porque todos lo seremos. Sería tan estúpido negar tu ascendencia sobre mucha gente como creer que la lideras o que desaparecerás para siempre. Este mundo es un sube y baja en el que lamento mucho que quieras volver a lo alto jalando a otros a tu hueco. Es momento de trabajar juntos, pero basta de hacer silencio ante tantos ataques contra quienes verdaderamente están dándolo todo por nuestra Libertad.
Codo a codo seguimos remando hacia adelante con Primero Justicia y el resto de la Unidad. Si la ambición que ha demostrado Leopoldo es la de salir del régimen para concretar un Plan País en el que está montado, donde todos los derechos sean para todas las personas, pues me declaro tan ambicioso como él. Un abrazo. Manolo Ignacio Blanco Villalta Coordinador Nacional de Redes Populares