Una antigua escuela católica en el barrio Portage Park de Chicago ahora funciona como refugio para inmigrantes. Pero en lugar de estar gestionado por la ciudad, como todos los demás, este refugio está gestionado por una organización sin fines de lucro internacional con experiencia en ayudar a los refugiados.
Por WBEZ Chicago
El antiguo campus de la escuela St. Bartholomew abrió en mayo y ahora alberga a 93 personas, en su mayoría de Venezuela, en uno de los edificios. Está dirigido por la Fundación Zakat, una organización musulmana sin fines de lucro que ofrece un modelo de lo que muchos defensores quieren ver en los refugios administrados por la ciudad: más participación de las organizaciones comunitarias, mejores servicios de derivación y educación en el lugar.
Esta es la primera vez que Zakat dirige un refugio, pero la organización tiene experiencia trabajando con inmigrantes y refugiados. Los funcionarios de Zakat dicen que quieren trabajar de cerca con los inmigrantes y entender de dónde vienen.
“Cuando pienso en ello, para que un refugio tenga éxito hay que contar con el personal adecuado, personas compasivas”, dijo Donna Neil Demir, asesora de salud de Zakat.
La organización sin fines de lucro dice que está gastando más de $500,000 de dinero privado para administrar el lugar. Ha contratado a 15 empleados, incluidos supervisores y administradores. Se está construyendo un segundo edificio y se espera que se abra después de que se completen las reparaciones. La comida es servida por un restaurante ecuatoriano local. Zakat intervino en medio de la creciente frustración de los migrantes y los defensores con Favorite Healthcare Staffing, la empresa con sede en Kansas City contratada por los funcionarios de la ciudad para ayudar a administrar docenas de refugios desde 2022.
La empresa de contratación de personal ha enfrentado fuertes críticas por su estilo de gestión. El invierno pasado, WBEZ informó sobre cientos de quejas presentadas por inmigrantes, citando humillaciones y comentarios xenófobos por parte del personal y los supervisores de los refugios en varias instalaciones. Los críticos también dicen que los refugios no ofrecen suficiente apoyo a largo plazo para las familias. Hasta ahora, la ciudad ha pagado a la agencia de contratación de personal casi 300 millones de dólares para gestionar estos refugios.
Desde que se inauguró este nuevo refugio, los funcionarios de Zakat dicen que su enfoque incluye orientación y apoyo. Cuando residentes como Estefanía Rivas llegan al refugio, se les pone en contacto con un asistente social, servicios médicos y oportunidades educativas, como clases de inglés y capacitación sobre sus derechos.
“Me siento cómoda aquí”, dijo Rivas, de 20 años, en español mientras se dirigía al comedor para almorzar con su hijo pequeño. “He recibido mucha ayuda aquí, especialmente con los servicios de inmigración”.
El refugio Zakat no forma parte de la red actual de 17 refugios para migrantes, gestionados por la ciudad y el estado, que se creó para albergar a miles de solicitantes de asilo en los últimos dos años. Es el resultado de una asociación que incluye a la Arquidiócesis de Chicago, que está alquilando el espacio a la ciudad de Chicago de forma gratuita. El condado de Cook ha colaborado con la renovación y la Fundación Zakat está a cargo de sus operaciones.
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