Tras la llegada del empresario colombiano Alex Saab a Venezuela, luego de que Estados Unidos aceptara canjearlo por diez prisioneros estadounidenses y al menos 15 presos políticos venezolanos, el gobernante Nicolás Maduro agradeció al gobierno de Catar por jugar «un importante papel» para lograr los enlaces.
Maduro definió la participación del país del Medio Oriente como una «diplomacia fina». Este 21 de diciembre, el ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Catar, Mohamed al Jalifi, celebró el éxito de su mediación entre la Casa Blanca y Caracas para el intercambio y anunció que continuará con los «esfuerzos» para resolver «cuestiones pendientes» entre esos dos países aliados del emirato árabe.
Pero se asegura que Catar no sólo intervino en el canje que se concretó este 20 de diciembre, también sirvió de facilitador en conversaciones, desde hace varios meses, junto al Reino de Noruega, que condujeron a la firma de dos acuerdos en Barbados entre Miraflores y la Plataforma Unitaria Democrática, uno de ellos relacionado con derechos políticos y electorales, que se produjo el 17 de octubre.
El presidente de la Asamblea Nacional (AN) y jefe de la delegación negociadora de Miraflores, Jorge Rodríguez, confirmó que los contactos se hacían desde el mes de mayo de 2023 y agradeció a las autoridades de Catar por «hacerlos sentir en casa» durante las conversaciones.
¿Por qué Catar?
¿Por qué se convierte Catar en el nuevo actor en las negociaciones entre Estados Unidos y Miraflores?
«El gobierno de Catar ha continuado facilitando algunas conversaciones y ofreciendo sus buenos oficios para promover que se dieran los acuerdos. Desde hace años, Catar decidió involucrarse más en labores de mediación internacional, especialmente sobre rehenes, habida cuenta de su posición privilegiada al ser un país que mantiene muy buenas relaciones con Estados Unidos -hay una base militar estadounidense en ese país – pero también con gobiernos y actores no estatales adversos a Estados Unidos», señaló el abogado experto en derecho internacional y diplomacia, Mariano de Alba.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, De Alba resaltó que los esfuerzos relacionados con Venezuela evidencian que Catar quiere ir más allá de su área de influencia en el Medio Oriente.
De hecho, Mohamed al Jalifi, advirtió que el intercambio de prisioneros es parte «de una mediación más amplia para abordar las cuestiones pendientes», entre EEUU y la administración madurista.
«Con esto, Catar espera cosechar mayor influencia e importancia internacional, especialmente dado que están ubicados en una región volátil desde el punto de vista de la seguridad internacional», acotó el abogado.
Vale recordar que Maduro incluyó a Catar en una gira internacional a mediados de 2022. El 15 de junio fue recibido por el emir Tamim bin Hamad Al Thani en el palacio de gobierno, en lo que fue su segunda visita oficial a Doha. Venezuela tiene ocho acuerdos con dicho país en áreas como la de hidrocarburos y transporte aéreo.
En la guerra en la franja de Gaza, Catar negoció con el grupo militante palestino Hamás la liberación de rehenes israelíes civiles y su rol fue considerado clave en la recuperación de dos secuestradas norteamericanas, Judith Tai Raanan y su hija Natalie Shoshana Raanan, en una primera fase. Las liberaciones de rehenes de varias nacionalidades continuaron hasta llegar a 105 en siete días de tregua.
Medios internacionales reseñaron que el emirato del golfo sorprendió a la comunidad internacional con su «poder de negociación» hasta ahora desconocido.
¿Y Noruega?
Noruega, con el acompañamiento de otros países como México, ha sido el mediador en los acuerdos entre Miraflores y la Plataforma Unitaria suscritos en México en 2021 y 2022, así como en el de Barbados de 2023, este último con mayores avances en lo que tiene que ver con la ruta por elecciones presidenciales libres en Venezuela para 2024. La observación internacional y el respeto a los candidatos elegidos por cada bando político son dos de ellos.
Para De Alba el papel de Noruega está dirigido principalmente a facilitar una negociación entre el gobierno de Maduro y la oposición representada en la Plataforma Unitaria.
«Dado que por ahora las concesiones (levantamiento de sanciones) que interesan al gobierno de Maduro las tiene fundamentalmente Estados Unidos, la facilitación e interlocución que ofrece Catar adquiere un rol protagónico. Pero el esquema que facilita Noruega sigue siendo relevante porque así lo espera el gobierno estadounidense y es una vía para concretar en mayor detalle temas como las garantías electorales específicas», agregó el abogado.
Sostuvo que además de la ruta electoral, en la mesa con Noruega se deberían hacer mayores esfuerzos para que se empiecen a negociar temas ligados a la institucionalidad, por cuanto la crisis del país, advirtió, no solo la resolverá una elección.
Tras el acuerdo de Barbados, EEUU flexibilizó sanciones en el área petrolera, gasífera y bonos venezolanos en el mercado secundario, las mismas que amenazó con revertir si para el 30 de noviembre el gobierno de Maduro no liberaba presos estadounidenses en Venezuela y presentaba una hoja de ruta para levantar inhabilitaciones políticas.
Al vencerse ese plazo se informó que el Tribunal Supremo de Justicia revisaría las medidas contra opositores como María Corina Machado, si lo solicitaban. Las excarcelaciones tuvieron que esperar hasta el 20 de diciembre.
De Alba acotó que lo pactado entre Miraflores y EEUU en una primera fase fue dejar salir de la cárcel a 25 presos políticos, pero como las conversaciones continuarán dicho número podría aumentar en un plazo no definido.
«También se han trazado el objetivo de que todos los presos políticos venezolanos sean liberados antes de que se celebren las elecciones presidenciales, para lo que el gobierno de Maduro probablemente pedirá a cambios concesiones estadounidenses adicionales», añadió.