Pasear por las principales calles de Los Teques o San Antonio de los Altos no siempre es agradable, debido a que se respira humo negro y gris que dejan los autobuses y microbuses del transporte colectivo.
«Una estela de humo es la que dejan los buses cuando aceleran sobre las calles del centro de la capital mirandina. La gente está acostumbrada a convivir con este tipo de contaminación», reseñó este lunes Amparo Blanco, vecina de Los Teques.
Las partículas contaminantes del transporte colectivo y el resto de vehículos emana fragmentos tóxicos que pueden afectar el organismo y causar enfermedades respiratorias.
Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), la contaminación generada a través del aire puede crear alergias, gripe, bronquitis, neumonía, cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratoria.
El escenario se repite en prácticamente todo los Altos Mirandinos, con mayor énfasis en la capital del estado y en la carretera Panamericana.
Quienes viven cerca de avenidas o en pleno centro de la ciudad deben hacerlo con las ventanas cerradas para evitar que ingrese a sus hogares el humo.
Piden a las autoridades desplegar operativos para revisar la situación mecánica de la flota de autobuses y así tratar de bajar los niveles de contaminación.
«Entre el humo de los incendios vegetales y el humos de los autobuses vivimos enfermos de la garganta o irritación en los ojos» agregó otro usuario.
Redacción El Tequeño