Apenas tres días después de la toma de posesión de William Lai Ching-te como el nuevo presidente de Taiwán, el ejército chino sorprendió al mundo al anunciar el inicio de ejercicios militares alrededor de la isla autogobernada, reclamada por China.
La región sufre un incremento en la tensión militar que ha mantenido en vilo a la comunidad internacional.
Los ejercicios consisten en maniobras para rodear completamente a la isla por el norte, sur y este de Taiwán. El coronel Li Xi, portavoz del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, los describió como “patrullas conjuntas de preparación para el combate mar-aire, toma conjunta del control integral del campo de batalla y ataques conjuntos de precisión contra objetivos clave”.
La reacción del gobierno de Taiwán
Las declaraciones de las autoridades taiwanesas, calificando los ejercicios chinos como provocativos e irracionales, destacan la necesidad de mantener la paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán.
Las acciones militares de China son interpretadas como una demostración de fuerza en respuesta a la elección de un líder soberanista en Taiwán.
En un discurso del presidente Lai, instó a China a cesar en sus amenazas y presiones militares, que son vistas como un desafío. La postura firme de Lai en defensa de la democracia y la libertad ha generado fricciones con el gobierno chino. China considera a Taiwán como parte integral de su territorio y ha expresado su descontento ante cualquier indicio de independencia por parte de la isla.
La reacción del ejército de Taiwán
Taiwán movilizó preventivamente a sus fuerzas marítimas, aéreas y terrestres poniéndolas en puso en “alerta máxima”. Estas se han mantenido a la expectativa ante las acciones hostiles de China. Los barcos de la armada taiwanesa se han limitado a observar y hacer advertencias de cercanía a las embarcaciones navales chinas.
Esta movilización local refleja la gravedad de la situación y la preocupación por un posible conflicto armado en la región.
“El ejercicio militar de esta ocasión no sólo no ayuda a la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, sino que también pone de relieve la mentalidad militarista del Partido Comunista chino (PCCh), que es la esencia del expansionismo militar y la hegemonía”, señaló el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán en un comunicado.
Taipéi tomará “acciones prácticas” para “proteger la libertad, la democracia y la soberanía” de la República de China (nombre oficial de Taiwán), de acuerdo a la misma fuente.
“El Ministerio de Defensa Nacional subraya que frente a las repetidas avanzadas del Ejército comunista, todos los oficiales y soldados del Ejército nacional están preparados para la guerra”, indicó la cartera, que también expresó su “rechazo” a las “provocaciones irracionales” de China y a las acciones que “dañan la paz y la estabilidad regionales”, recoge la nota.
Agrega que “en los últimos años, el PCCh ha seguido enviando aviones y barcos para acosar (a Taiwán), lo que ha causado daños sustanciales a la paz y la estabilidad globales”.
Taiwán ha dejado ver en los medios algunos de sus misiles hipersónicos anti buques. En teoría, estos dispositivos serían los utilizados para inhabilitar la flota de China en caso de un intento de invasión.
Conflicto histórico
El histórico conflicto entre China y Taiwán se remonta a décadas atrás. La región ha sido escenario de numerosas tensiones geopolíticas a lo largo de los años.
Los recientes ejercicios militares son solo el último capítulo de una larga serie de provocaciones y demostraciones de fuerza que han tenido lugar en la región. Desde simulaciones de invasión hasta patrullas de combate cerca de la isla, las acciones militares de China han mantenido en alerta a las autoridades taiwanesas y a la comunidad internacional.
