China está batiendo el récord de importaciones de crudo y es probable que no vaya a parar pronto ante la puesta en marcha de las nuevas refinerías y ante la expectativa de que la reducción de las tensiones comerciales con Estados Unidos fortalecerá la economía en general.
Por DMB | lapatilla.com
Señala Bloomberg, en su nota “China’s Oil Imports Are Most World’s Ever Seen And Still Growing” que pese a que la expansión económica se ha desacelerado, el ritmo de crecimiento requiere aún más petróleo. China importó 11,18 millones de barriles al día, un volumen sin precedentes, en noviembre, superando el récord de Estados Unidos de 10,77 millones establecido en junio de 2005. Las compras de China probablemente continuarán aumentando hasta el próximo año a medida que las nuevas refinerías en Zhejiang y Zhanjiang elevan la demanda de crudo y puesto que un incentivo fiscal muy anticipado aumenta la producción nacional de combustible marino.
La cantidad de las importaciones de petróleo de Estados Unidos a mediados de la década de 2000 generó una crisis política. El presidente George W. Bush dijo en aquel momento que Estados Unidos “era adicto al petróleo” y aprobó medidas para frenar la demanda, como exigir que el etanol de maíz se mezclase con la gasolina. En última instancia, fue el auge de las lutitas bituminosas, impulsado por los altos precios del petróleo, las bajas tasas de interés y la innovación tecnológica, lo que comenzó a desplazar los barriles internacionales. Si bien Estados Unidos sigue siendo el segundo mayor importador mundial de crudo, en septiembre se convirtió en exportador petrolero neto por primera vez en 70 años, cuando se contabilizan los productos derivados del petróleo como gasolina, diésel y propano.
La dependencia a las importaciones pesa de manera similar para los líderes de China, que se han apoyado en gigantes energéticos de propiedad estatal como PetroChina Co. a fin de impulsar la producción nacional de petróleo y gas. El Gobierno también es uno de los mayores defensores del mundo de las energías renovables, los vehículos eléctricos y el ferrocarril de alta velocidad, todo lo cual debería ayudar a reducir la demanda de petróleo a largo plazo.
Mientras tanto, en el corto, la dependencia energética de China al petróleo importado sigue en aumento