Armando llenó el estacionamiento de su casa de troncos y ramas secas justo antes de que comenzarán las lluvias, «yo sabía que la escasez de gas se agudizaria y que nos tocaría cocinar a leña», sentencia.
Vive en Paracotos, parroquia perteneciente al Municipio Guaicaipuro y donde sus habitantes se sienten olvidados por las autoridades. «Siempre hemos sido marginados por la alcaldía, nos toca resolver solos, sin ningún tipo de ayuda gubernamental», agrega.
En la casa de este hombre, además de cocinar a leña por falta de gas, tienen agua no apta para el consumo humano, pues deben recogerla de la lluvia o de una quebrada cercana.
«Estamos a menos de 40 min de Caracas y así cocinamos y vivimos, como en la época de la colonia», indica el hombre, mientras muestra el fogón y los pipotes donde acumula el agua de lluvia.
Pero la situación no es exclusiva de Paracotos, en la capital del estado (Los Teques) hay zonas que llevan semanas esperando el camión de gas doméstico. Gas Comunal se excusa diciendo que las unidades están dañadas.
«Hay gente metiendo bombonas dentro de sus apartamentos con conexiones peligrosas e incluso en los barrios hay gente cocinando con leña», advierte Antonio Vargas, vecino de residencias Las Flores.
Redacción El Tequeño
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