Tiroteos, bandas que ‘cazan’ a los conductores para atracarlos y kilométricas colas en las estaciones de servicio, forman parte del «paisaje» de una vía que permanece con nula vigilancia y sin mantenimiento.
Desde mediados de abril, con la disminución de llegada de gandolas con gasolina, se reactivaron las colas y con ellas surgieron las primeras víctimas de una banda armada que opera en el sector Cañaote y Los Límites.
Hasta la fecha al menos tres conductores, procedentes del estado Aragua, han resultado heridos de bala al ser interceptados en el tramo que comunica Los Teques con Las Tejerias.
«Se trata de aragueños que, ante la crisis de combustible en ese estado, viajan para las E/S altomirandinas para poder repostar», narró Alberto Gutierrez, comerciante de la zona.
Contó que solamente la semana pasada conoció dos casos, «dos chóferes de camiones llegaron a la bomba contando lo que habían vivido, en todos los casos es el mismo modos operandi: los interceptan y disparan para que se detengan», dijo.
Christian Vargas, quien habita en el sector Los Límites, crítica que hasta la fecha ni el Cicpc ni la GNB (ambos con sede en la zona) actúen para desarticular esta banda.
«Hay fotos de los tipos armados e incluso una de las víctimas que fue secuestrada contó que utilizan radios transmisores – tipo policía- y se comunican con alguien que les dice cómo está la Panamericana», indicó.
Agregan que a la falta de vigilancia policial, se le suma el pésimo estado de la vía. «Está minada de huecos y derrumbes, esto le facilita la cosa a los delincuentes porque los conductares deben circular lento», reseñó.
Lamentó que este sea el «nuevo paisaje» de la carretera ante la indiferencia de las autoridades, especialmente la Gobernación de Miranda ente encargado de su mantenimiento.
DM – Foto: @orlando_montlouis