A un niño que, según inteligencia del Ejército, no tiene más de 11 años, la guerrilla, lo uniformó y lo armó. En un video se ve cómo carga un fusil que pesa entre 4 y 5 kilos y hace parte de las disidencias de las FARC. Así también es la historia de alias ‘Rayo’, un joven de 16 años, del que hoy su mamá cuenta cómo terminó en manos de este grupo armado aún y cuando ella intentó evitarlo.
“No tuve como la orientación que yo quería para ayudarlo y tampoco él me lo hizo saber. Entonces, ahí no sé qué pasó, pero sí fue reclutado forzosamente, porque a voluntad de él no creo, o con engaños se lo llevaron”, declaró la madre de este menor de edad.
Hace cuatro meses, alias ‘Rayo’ se escapó de las disidencias de las FARC y se escondió en casa de sus papás, pero para estos criminales no hay lugar indetectable.
“Yo estaba contenta porque lo tenía en la casa, pero ese día él estaba durmiendo, iban a ser las siete de la mañana, cuando llegaron dos a llevarlo y desde ahí no sé nada de él y me han tenido en vueltas, ya van para cuatro meses que no se nada de él. Ahora último sé que me lo han matado”, contó la mamá de alias ‘Rayo’.
Pues fue, en plena entrevista, cuando los hombres de inteligencia le mostraron la evidencia de que su hijo había sido asesinado con un tiro en la cabeza por dos criminales: alias ‘Conejo’ y alias ‘Jeison’, quienes ya fueron dados de baja.
Con el corazón destrozado, ella y su esposo, perplejos, observaban a su hijo en un hueco de donde todavía no han podido recuperarlo. Su hijo menor, con un dolor intenso, simplemente se hizo a un lado.
“No tuve un cuerpo, no tuve nada para darle un último adiós y eso es muy doloroso”, expresó esta madre.
Otro testimonio
Otra mamá, llamada Karol por su seguridad, estuvo un mes en la guerrilla, pero fue suficiente para iniciar una pesadilla que hoy no acaba.
«Me puse a hablar, nos escucharon y por ese motivo pensaron que yo también era infiltrada e iba a sacarla a ella, nos amarraron a las dos, nos iban a matar, entonces, nos escapamos”, manifestó Karol.
Cuando pensó que estaba a salvo, la guerrilla la buscó, llegó a su casa, no la encontraron, pero en cambio se llevaron a su pequeña de apenas 13 años.
“Fueron a la casa donde ella vivía, se la llevaron por encima de mi hermana, por más de que ella pidió que se la entregaran, no se la entregaron a ella ni a ningún familiar mío», agregó.
Y así como la hija de Karol, otras más terminan a manos de las disidencias, cargando un fusil, combatiendo y muchas veces muriendo.
Las amenazas son latentes, pues si Karol la busca, sería asesinada. Pero, además, la menor ya está sentenciada y no va a regresar.
“Por mi vida y por la vida de mi hija, ese es mi temor en este momento, porque sí obviamente uno no está tranquilo, ya le da como miedo salir mucho”, manifestó Karol.
Estas mamás claman por justicia y piden ayuda para poder encontrar a sus hijos hoy desaparecidos.