El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió este viernes a las partes del conflicto militar en Ucrania a cumplir la Convención de Ginebra. Sostuvo que la organización esta lista para ayudar en Mariupol, pero exigió a las tropas de ambas naciones a ponerse de acuerdo para iniciar las evacuaciones.
«La Convención de Ginebra tiene cláusulas concretas que las partes de los conflictos bélicos deben respetar», dijo el presidente del CICR, el suizo Peter Maurer, durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Explicó que se refiere en tanto a los militares, como a los civiles «retenidos en Rusia y en Ucrania en el contexto de esta situación».
Agregó que también se refiere a los «cuerpos de los fallecidos, militares y civiles, que hay que repatriar para entregar a sus familias».
También está «el asunto de los desaparecidos y la reunificación familiar».
«Todos esos asuntos se están abordando», aseguró Maurer.
Al comentar la situación en torno a la asediada ciudad de Mariúpol, Maurer dijo que el CICR está dispuesto a intervenir siempre y cuando haya un acuerdo entre los militares de ambas partes.
«No se puede hablar de evacuación, cuando no hay acuerdos entre los militares», afirmó.
Lavrov, a su vez, aseguró que Rusia está interesada en que «se levanten las trabas para la evacuación de los civiles y la entrada de ayuda humanitaria» a localidades ucranianas afectadas por los combates.
En cuanto a la unidad en Occidente a la hora de sancionar a Rusia por Ucrania, aseguró que se trata de un consenso alcanzado, entre otras formas por medio de «amenazas y chantajes», en una clara alusión a EEUU.
Previamente, Maurer solicitó a Rusia la apertura de una oficina de la organización en Rostov del Don, cerca de la frontera ruso-ucraniana y del estrecho de Kerch, a fin de mejorar la asistencia humanitaria a los ucranianos.
Al mismo tiempo, Maurer constató que en sus visitas a Moscú y Kiev, observó «diferentes interpretaciones del derecho internacional» en cada una de las partes.