Los momentos más representativos vividos por Jesús, desde su detención en el Huerto de los Olivos hasta el momento de su crucifixión en el Monte Gólgota, fueron «representados» este jueves por los docentes altomirandinos en una protesta en la ciudad de Los Teques.
«Así como Jesús fue condenado a muerte, el gobierno regional y nacional pretende condenar a los maestros», reseñaba uno de los manifestantes en relación a la primera estación del vía crucis, que «revivieron» en la sede de la zona educativa de Los Teques.
Al igual que en la primera estación del recorrido en la segunda, ubicada en la Defensoria del Pueblo, ubicada en la avenida Bolívar, tampoco fueron escuchados por ninguna autoridad. «Nos abandonaron, esta cruz la debemos cargar nosotros solos», apuntó una de las maestra.
Donde si fueron escuchados e incluso recibieron una bendición del padre, fue en la Parroquia San Felipe Neri, donde los manifestantes, ataviado muchos con túnicas moradas, recordaron la primera caída de Jesús con la cruz.
El vía crucis continuó su recorrido por la avenida Bolívar de la ciudad, realizando la 4ta parada, en la que los cristianos recuerdan el encuentro de Jesús con María, frente a la Casa Amarilla – residencia oficial del gobernador -, «como era de esperarse el gobernador tampoco dio la cara, por lo que sólo oramos y continuamos».
Y aunque los maestros esperaban que tal como lo recuerdan las escrituras en la quinta estación recibirían la ayuda de los diputados – Jesús es ayudado por Simón – los parlamentarios mirandinos no salieron a las puertas del CLEBM, «jamás nos han escuchado, no es ninguna sorpresa», agregó irónicamente otro de los manifestantes.
En la sexta finalmente una autoridad los recibió. «Acá en la Lopna nos atendió la asistente, le solicitamos que hagan algo por los derechos de miles de niños mirandinos a una educación digna», indicó.
Las últimas estaciones, más dolorosas del vía crucis, las representaron en las Residencias Caracas, donde funcionan las oficinas de educación y gestión humana de la Gobernación. Acá tampoco fueron escuchados.
«Es muy doloroso lo que estamos viviendo los educadores y lo más duro es comprobar una y otra vez que ninguna autoridad quiere ayudarnos con esta pesada cruz», reseñó Ingrid Fernández, agregando que la indiferencia por parte del Gobierno Nacional ante el clamor del magisterio «nos condena a morir en la cruz, pero sepan que así como Jesús resucitó al tercer día, lo haremos nosotros al lograr el cese de la usurpación».
Daniel Murolo