“Ante la grave crisis económica que están padeciendo los trabajadores de todas las instancias de la administración pública, con plena responsabilidad, es mi deber levantar la voz como concejal y funcionaria para hacerle un llamado de atención a la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) para que de una vez por todas se ponga de lado de los trabajadores y aplique políticas salariales que les permitan vivir dignamente”.
Así lo denunció la concejal Bárbara Salas, vicepresidenta de la Comisión de Planificación, Administración y Contraloría del Concejo Municipal de Carrizal, quien señaló que es imposible que los trabajadores públicos del país puedan aspirar a vivir dignamente con los “salarios de hambre y miseria” que actualmente reciben de parte del Ejecutivo nacional. “Eso es algo humillante”.
Salas recordó que la gran mayoría de los trabajadores de la administración pública del país cobran un salario mínimo que hasta ayer no superaba los 6,74 dólares. Situación que se hace más grave e insostenible en vista de que todos los días el valor del bolívar se devalúa frente al dólar por lo que cada vez son mayores los índices inflacionarios, lo que destruye a diario el valor real del salario de los trabajadores públicos.
“Tan sólo el pasado mes de diciembre la inflación venezolana fue de 37,2 %, mientras que la inflación acumulada del año 2022 se situó en 377 %. Esto es algo insostenible para los trabajadores públicos”.
La concejal destacó que actualmente el costo de la canasta básica alimentaria en Venezuela ronda los 400 dólares, lo que quiere decir que los pensionados y los trabajadores públicos necesitan de por lo menos 59 salarios mínimos para poder cubrir el monto de la misma.
A juicio de Salas, el reflejo más notorio de la grave crisis salarial que desde hace años están viviendo los trabajadores de la administración pública en el país, se evidencia en los sectores educativos y de salud, lo que ha llevado a aumentar los problemas en estos importantes servicios básicos fundamentales del país. “Mientras que en la mayoría de los países del mundo los educadores, médicos y enfermeras, reciben salarios dignos, en Venezuela sus sueldos son miserables.
