La organización Transparencia Venezuela y la firma consultora Ecoanalítica presentaron la investigación PDVSA Cripto referida a la presunta trama de corrupción que dio a conocer el gobierno de Nicolás Maduro a mediados de marzo pero que tiene su sustento en las medidas que adoptó su administración a partir de 2019 debido a las sanciones contra el sector petrolero adoptada por el gobierno de Estados Unidos.
“En Venezuela se configuró una estructura que impone la opacidad, anula la transparencia y los sistemas de control”, señala la investigación. “Las operaciones ilegales consistieron en la asignación de cargas de crudo a la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip) y a particulares, incumpliendo normativas de contratación, sin ningún control administrativo ni garantías. Una vez comercializado el petróleo adjudicado ilegalmente, se incumplía con los pagos pendientes a PDVSA”, agrega.
Los cálculos hechos para esta investigación, tomando en cuenta volumen de exportaciones entre los años 2020 y primer trimestre de 2023 y precios del crudo indican que la tesorería de la empresa estatal debieron entrar 27.650 millones de dólares.
“Cerca del 60% de los flujos petroleros (unos 16.600 millones de dólares) permanecen impagos durante estos tres años y solo fueron recibidos unos 11.050 millones de dólares en las arcas del Estado”, indica el reporte. “Aproximadamente 13.000 millones de dólares se mantienen en cuentas por cobrar, representando cerca de 47% de los ingresos de PDVSA entre el primer trimestre de 2021 y el mismo período de 2023”, añade.
La investigación le dedica un capítulo al papel o rol que tuvo el ex ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, en el desempeño de ministro de Petróleo, cargo al cual renunció en marzo tras revelarse la referida trama de corrupción, aunque no ha recibido imputaciones por parte de la Fiscalía General de la República y no forma parte de las 61 detenciones ordenadas por ese organismo.
“El Aissami fue uno de los artífices de la estrategia de vender petróleo venezolano incrementando el uso de una red de intermediarios”, señala.
