El Gobierno francés ha dado a conocer sus planes para realizar cortes eléctricos en caso de penuria de suministro este invierno, que afectarían de forma rotatoria a algunas zonas del país en horas punta de consumo y que podrían afectar en total al 60 % de la población.
El Ejecutivo anunció que enviará hoy una circular a los prefectos (delegados del Gobierno en los departamentos) para preparar a los territorios y establecer el modo en que se realizarían los cortes, sobre los que se insiste que son solo una posibilidad.
«No estamos anunciando que habrá cortes», aseguró este jueves el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, en unas declaraciones al canal televisivo BFM, sino que «podría haber situaciones de tensión en el suministro eléctrico».
Véran vinculó la posibilidad de realizar cortes a la evolución de la meteorología: «Si tenemos un enero particularmente frío no podemos excluir los cortes».
Los cortes se extenderían por un máximo de dos horas, únicamente durante las horas pico de consumo (de 8.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00), indicaron fuentes gubernamentales.
Además, no afectarían a ningún departamento por completo, a fin de repartir su impacto.
Dado que ciertos servicios e infraestructuras críticas estarían protegidos (como hospitales, cuarteles de bomberos o de gendarmería), un 40 % de la población estaría a salvo ya que comparte las líneas eléctricas prioritarias con esas instalaciones.
Ello supone que los cortes podrían afectar a un 60 % de la población, pero nunca a todos a la vez, sino que sería en algunas zonas, ninguna de las cuales los sufriría de forma repetida.
En caso de cortes, las zonas afectadas serían avisadas la víspera, para que puedan prepararse y, en caso de un fuerte recorte del consumo, evitar la interrupción del suministro.
Los cortes no son «una fatalidad» sin remedio, señaló hoy en este sentido el director de RTE, la empresa pública gestora de la red, Xavier Piechaczyk, quien urgió a recortar y racionalizar el consumo en horas punta.
En unas declaraciones a la radio pública France Info, Piechaczyk reconoció que la situación se debe a la parada de numerosos reactores nucleares franceses, ya que de los 56 que tiene el país 20 están fuera de operación por distintos problemas técnicos.
«Estamos en esta situación porque el parque nuclear francés no funciona a plena capacidad», afirmó, y recalcó que el consumo eléctrico de este invierno «dependerá de la meteorología».
Varios reactores tienen previsto volver a enterar en funcionamiento en las próximas semanas, pero el responsable de RTE advirtió de que hay riesgo de tensión en el sistema «si ese calendario no se cumple».
Piechaczyk reconoció que este invierno Francia tendrá que importar mucha electricidad de sus vecinos, Alemania, España, Italia y los tres países del Benelux, e incluso el Reino Unido, a pesar de que «tradicionalmente ha sido un país exportador» gracias al sector nuclear.
Los cortes, que protegerían a algunas instalaciones industriales prioritarias, presentan desafíos técnicos, como garantizar la llegada a fin de línea del metro o suspender la salida de trenes para que no queden parados durante el trayecto, así como asegurar el suministro a suficientes antenas de telefonía móvil, cuestiones en las que trabajan técnicos gubernamentales.
También se prevé cerrar durante las mañanas las escuelas situadas en las zonas afectadas por los posibles cortes.
Las autoridades francesas han puesto en marcha un sistema de información llamado Ecowatt que explica con las colores de un semáforo (verde, naranja y rojo) la situación de la red eléctrica.
El consumo de electricidad ha bajado en los últimos meses un 6 % respecto a años anteriores debido a las campañas del Gobierno y a un otoño de clima favorable, recordó el responsable de RTE, quien advirtió de que el frío se va a normalizar en las próximas semanas. EFE