Crece los casos de niños afectados por un virus que puede confundirse con los síntomas de la polio

Redaccion El Tequeno

Lo informaron los CDC de los Estados Unidos. Es el enterovirus D68 que fue descripto en 1962. Qué se debe tener en cuenta para diagnosticarlo a tiempo.

El enterovirus D68 es un virus que provoca síntomas similares a los de la gripe que van de leves a serios. Si se desarrolla un cuadro grave, la infección puede causar debilidad muscular o parálisis, aunque esta situación es poco frecuente.

Este año, los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos han detectado más casos de niños con el enterovirus D68 y recomendaron al sistema de salud del país que se lo tenga en cuenta porque los síntomas pueden confundirse con otros trastornos.

El patógeno fue descripto por primera vez el año en 1962. En aquella época, el virus no circulaba mucho. En 2014, ocurrió un brote a lo largo de los Estados Unidos. La mayoría de los casos se dieron en niños. En algunos casos la infección por el enterovirus D68 produjo parálisis aguda fláccida, que puede ser también producida por el virus de la poliomielitis.

El viernes pasado, los CDC volvieron a difundir información sobre el enterovirus D68. Subrayaron que suele provocar enfermedades respiratorias en los niños, con síntomas que suelen ser leves pero que pueden llegar a ser graves. “En ocasiones, el enterovirus D68 puede dar lugar a una afección denominada mielitis flácida aguda, que se caracteriza por la inflamación de la región del cuello de la médula espinal. Algunas personas que padecen mielitis flácida aguda tienen dificultad para mover los brazos, mientras que otras experimentan debilidad en las cuatro extremidades”, precisaron los expertos de los CDC.

Los CDC avisaron que el enterovirus D68 puede dar lugar a una afección conocida como "mielitis flácida aguda" que se caracteriza por la inflamación de la región del cuello de la médula espinal (REUTERS/Tami Chappell/Archivo)

Los CDC avisaron que el enterovirus D68 puede dar lugar a una afección conocida como “mielitis flácida aguda” que se caracteriza por la inflamación de la región del cuello de la médula espinal (REUTERS/Tami Chappell/Archivo)

Durante un gran brote en los Estados Unidos en 2014, alrededor del 10% de las personas diagnosticadas con el enterovirus EV-D68 desarrollaron la mielitis flácida aguda, pero la condición es probablemente más rara que eso, ya que no todo el mundo se hizo al testeo del enterovirus D68. La recuperación total tras la mielitis es poco frecuente y, aunque la mayoría de los pacientes mejoran en cierta medida, el proceso suele ser difícil y requiere rehabilitación.

Los CDC han identificado este año más casos de la infección por el enterovirus D68 entre niños con enfermedades respiratorias graves que en los tres últimos años juntos. Entre marzo y el 4 de agosto se registraron 84 casos de este tipo. En comparación, los CDC identificaron seis casos de este tipo en 2019, 30 en 2020 y 16 en 2021. Sin embargo, es probable que esas cifras estén subestimadas.

Hasta el 2 de septiembre de este año, se habían confirmado 13 casos de mielitis flácida aguda este año en los Estados Unidos y se están investigando 20 casos adicionales.

En el pasado, se habían registrado picos de casos con el enterovirus D68 cada dos años. Antes de la pandemia por el coronavirus, hubo más casos en 2014, 2016 y 2018. El doctor Benjamin Greenberg, neurólogo del Instituto del Cerebro O’Donnell de UT Southwestern que trata a los pacientes pediátricos en Dallas, dijo a la cadenaNBC Newsque el patrón aparece probablemente porque los niños desarrollan inmunidad al enterovirus cuando se propaga. Una vez que la inmunidad disminuye, el número de casos vuelve a aumentar.

En 2020 los casos de enterovirus D68 no habrían aumentado por las medidas de prevención que se usaron para COVID-19, como los barbijos (Getty)

En 2020 los casos de enterovirus D68 no habrían aumentado por las medidas de prevención que se usaron para COVID-19, como los barbijos (Getty)

En tano la doctora Sarah Hopkins, neuróloga pediátrica del Hospital Infantil de Filadelfia, comentó que la situación de 2022 con respecto al enterovirus D68 era esperable, aunque la pandemia lo postergó: “Realmente pensamos que esto iba a suceder en 2020, porque tuvimos el último pico en 2018. Pero luego con el uso de barbijos o mascarillas y el distanciamiento social y todas esas cosas que limitan la propagación de un virus respiratorio, no tuvimos ese pico esperado por el enterovirus D68”.

El doctor Greenberg dijo que lo más probable es que los casos vuelvan a aumentar este año porque los niños vuelven a la escuela y a otros espacios públicos. “Ahora tenemos un grupo de niños que nunca han visto el virus, porque no estaban expuestos a la escuela. Así que creemos que la población de riesgo es mayor que en 2020?, anticipó.

Los siete centros médicos pediátricos afiliados a la nueva red de vigilancia de vacunas de los CDC -en Nashville (Tennessee), Houston, Kansas City (Misuri), Cincinnati, Seattle, Pittsburgh y Rochester (Nueva York)- han detectado casos de EV-D68 este año. Los CDC dijeron que también habían recibido informes sobre el aumento de las enfermedades respiratorias graves entre los niños de Minnesota, Arizona y Utah. Eso hace sospechar que algunas de esas infecciones puedan ser también EV-D68.

El enterovirus D68 fue descripto en 1962 por primera vez. El primer brote en EE.UU fue en 2014/Archivo

El enterovirus D68 fue descripto en 1962 por primera vez. El primer brote en EE.UU fue en 2014/Archivo

La agencia sanitaria entonces recomendó a los centros de atención médica que estén atentos a los casos de infección por el enterovirus D68 entre los niños y que consideren fuertemente la mielitis flácida aguda como “un diagnóstico potencial para los pacientes con debilidad en las extremidades”.

Pero puede ser difícil distinguir los síntomas del enterovirus de los de los virus respiratorios, reconoció el doctor Greenberg. Al igual que el resfriado común, el EV-D68 puede provocar secreción nasal, estornudos, dolores corporales o musculares. Los niños que requieren hospitalización suelen tener tos, dificultad para respirar, sibilancias y -en aproximadamente la mitad de los casos- fiebre.

El lavado de manos frecuente es una de las medidas de prevención contra el enterovirus (Getty Images)

El lavado de manos frecuente es una de las medidas de prevención contra el enterovirus (Getty Images)

La mielitis flácida aguda -que puede ser causada por el enterovirus D68- también puede confundirse con un caso grave de poliomielitis, que provoca una afección similar denominada parálisis flácida aguda. Estados Unidos registró un caso de polio en julio, y ha detectado el virus en aguas residuales de varios condados de Nueva York. Greenberg dijo que la detección de la poliomielitis exige “una mayor concientización entre los efectores de atención sanitaria para que puedan enviar las pruebas adecuadas. Es realmente importante saber qué virus está causando la parálisis en los pacientes”, añadió.

En la Argentina, se produjo el primer brote por el virus EV-D68 en 2016. Tanto en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires como en el Hospital de Pediatría Juan Garrahan se detectaron casos. Uno de los estudios fue realizado ese año por el equipo del doctor Eduardo López del Hospital Gutiérrez. Hicieron un estudio prospectivo de niños entre abril y agosto de 2016. Fueron internados 19 niños con parálisis flácida aguda en 3 meses. Se detectó que el 31% presentó mielitis flácida aguda por EV-D68, según informaron en la revista Actualizaciones en sida e infectología.

Como medidas de prevención, los CDC recomiendan: el lavado frecuente de manos con agua y jabón durante 20 segundos, y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar. También hay que evitar el contacto estrecho, como los besos, los abrazos y el uso compartido de tazas o utensilios para comer con personas que estén enfermas. Hay que cubrirse al toser y estornudar con un pañuelo de papel o con la parte superior de la manga de la camisa, no con las manos, y limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como los juguetes y los pomos o picaportes de las puertas, especialmente si alguien está enfermo.

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