Tras la crisis ambiental y de salud que se vivió en Nueva York la primera semana de junio, cuando la ciudad tuvo las peores condiciones de calidad de aire en el mundo según el portal IQair, las alarmas están se han vuelto a encender, sin llegar al nivel de emergencia.
Tanto la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, como el alcalde de NYC, Eric Adams, se hicieron eco de las advertencias meteorológicas del posible regreso de una nube de humo proveniente de los incendios forestales en Canadá, advirtiendo que la situación puede cambiar de manera imprevista.
“El pronóstico de la calidad del aire para el fin de semana continúa mostrando el potencial de humo visible de los incendios forestales canadienses con niveles moderados de PM2.5 (contaminación por partículas) a nivel del suelo. Los niveles aún están muy por debajo de los observados la semana pasada y no se esperan avisos de salud sobre la calidad del aire”, publicó la tarde de ayer el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York (NYSDEC).
Hoy sábado es probable un aumento más significativo del humo de los incendios forestales en comparación con ayer, aunque un cambio en la velocidad del viento podría marcar una diferencia en el pronóstico, indicó ABC News.