La palabra “hormigueo” es muy apropiada para describir las sensaciones que percibimos cuando “se nos ha dormido” alguna extremidad, porque realmente sentimos que cientos de hormigas están andando sobre nuestro brazo o sobre nuestra pierna. Pero no son insectos, lo que está ocurriendo es que estamos sufriendo lo que se conoce como un ataque de parestesia temporal.
Normalmente esta sensación tan desagradable es inofensiva y acaba desapareciendo después de un rato, pero hay casos en los que puede ser algo más grave. Cuando aumenta la intensidad y la frecuencia de este “hormigueo”, entonces podemos estar frente a un caso de parestesia crónica y entonces sí que es necesario recibir asesoramiento médico.
La parestesia temporal o transitoria suele ocurrir cuando hemos estado un buen rato sentados con las piernas cruzadas o cuando nos hemos tumbado con el peso de la cabeza sobre el brazo. Estas posturas extrañas provocan que pincemos un nervio y que hagamos una presión continuada sobre él, lo que se traduce en esta sensación de “hormigueo” de la que hablábamos al principio. Pero este no siempre es el caso. Hay otras posibles causas por las que podría aparecer la parestesia:
Síndrome del túnel carpiano
Los movimientos repetitivos realizados con los dedos hacen que el canal del túnel carpiano se inflame. Cuando el nervio se queda atrapado en el túnel de la muñeca, se produce este hormigueo en las manos. Es una afección bastante común en programadores, escritores, músicos, etc.
Codo de tenista
Al igual que ocurre con el túnel carpiano, el codo de tenista lo sufren más las personas cuyas actividades les hacen usar el codo de manera repetitiva. La inflamación y tensión en el tendón da lugar a la parastesia en la mano o el brazo.
Migraña
En torno a un 15% de las personas que padecen de migraña tienden a sufrir este cosquilleo cuando experimentan una crisis. Es un hormigueo que suele comenzar en una mano y asciende por el brazo y la cara. En algunos casos puede llegar incluso a ser doloroso.
Afecciones cerebrovasculares
Son la causa más peligrosa por las que podría manifestarse la parastesia. Suele ser uno de los síntomas de que vamos a sufrir un ictus, aunque no se presenta sola. Suele venir acompañada de confusión, trastornos del habla y la visión, dolor de cabeza, etc. En estos casos es mejor actuar rápido y acudir a un centro de urgencias tan pronto como sea posible.
Alteraciones en la circulación sanguínea
Un riego sanguíneo débil hace más probable la aparición de la parestesia. En estos casos conviene hacer ejercicio, mantener una dieta equilibrada y reducir el estrés, así como evitar el consumo de tabaco y alcohol; que son las causas controlables más comunes de los problemas de circulación.
Neuralgia del plexo braquial
Es una inflamación del tejido circundante al plexo braquial, que es la red de nervios que se encarga de enviar señales desde la médula espinal hasta las extremidades superiores. Esta inflamación puede ocasionar un fuerte dolor seguido del entumecimiento y hormigueo en las manos. Lo recomendable en estos casos es tratar de mantener el movimiento en la zona.