Los trabajos de rescate terminaron en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, cuyo techo colapsó la madrugada del martes mientras se celebraba una fiesta, causando la muerte de 225 personas y dejando heridas a otras 189, según datos oficiales.
La tragedia tiene sumida en la conmoción a toda República Dominicana, que recibe la solidaridad de numerosos países y de personalidades de todos los ámbitos, desde el mundo de la política a la cultura, unas muestras de pesar a las que se ha sumado también el papa Francisco.
«Hicimos todo el levantamiento» y lo ocurrido «real y efectivamente afecta a la sociedad dominicana», dijo el director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), Juan Manuel Méndez, antes de que las lágrimas lo obligaran a interrumpir su intervención ante los medios en el entorno de la discoteca.
Horas más tarde, el Gobierno dominicano anunció la conformación de una comisión de expertos nacionales e internacionales con el propósito de determinar las causas del siniestro.
«El objetivo es entender con precisión qué pasó, para aprender, para mejorar, para prevenir, para proteger y para fortalecer las normas de seguridad», indicó en un video el portavoz del Gobierno dominicano, Homero Figueroa.
Aseguró que los estudios se realizarán con «total apertura y con pleno respeto a la independencia del Ministerio Público», entidad responsable de determinar los pasos a seguir en el ámbito judicial.
Por otra parte, la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, recibió, al acudir al Instituto de Patología Forense donde se llevan a cabo las autopsias, mensajes de inconformidad de familiares de los fallecidos, ante lo que consideran lentitud en la entrega de los cuerpos.
El pueblo se despide de su merenguero Rubby Pérez
Entre los fallecidos está el popular merenguero Rubby Pérez, quien en el momento de los hechos actuaba en la discoteca ante centenares de personas y quien fue sepultado este jueves.
Antes, en el Teatro Nacional de Santo Domingo, Pérez recibió el homenaje no solo de las autoridades políticas del país, encabezadas por el presidente Luis Abinader, y de sus compañeros de profesión, sino también de cientos de personas que, enlutados, hicieron fila bajo el sol para poder despedirse de ‘La voz más alta del merengue’.
El cantautor dominicano Juan Luis Guerra afirmó en un video publicado por su oficina de prensa que Pérez fue «un artista admirable, la voz más hermosa del merengue, un gran amigo y compañero».
Pérez era natural de Haina, un municipio a unos 30 kilómetros al oeste de la capital dominicana que, según la Alcaldía, ha perdido al menos a 20 de sus vecinos, mientras otras dos personas están desaparecidas.
Allí, los cuerpos de una decena de personas fueron velados en el polideportivo del municipio entre muestras de dolor. En esa localidad también tuvieron lugar los funerales del exjugador de Grandes Ligas Tony Blanco.
Este jueves también recibieron sepultura los restos del exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel, quien, de acuerdo a sus amigos, asistía habitualmente a las presentaciones de artistas de música popular que organizaba Jet Set desde hace años.
Sobre su compañero, el miembro del Salón de la Fama del béisbol estadounidense, el dominicano David Ortiz, quien lamentó el siniestro y consideró que era un «mensaje» que Dios le envió a la gente, dijo la víspera en el velatorio que eran muy cercanos y lo describió como una persona que tenía «cero tasa de rechazo, una persona a la que todos querían y una persona que siempre era alegría».
Entre los fallecidos, también hay ciudadanos extranjeros, entre ellos tres personas con doble nacionalidad española y dominicana (dos mujeres y un hombre, cuyas identidades no se han divulgado), informaron este jueves a EFE fuentes consulares.
También perdieron la vida dos franceses, un haitiano y un italiano, según los primeros datos conocidos.
EFE