Venezuela vive una dolarización espontánea desde los últimos 5 años, impulsada por la elevada inflación, la pérdida del poder de compra de su moneda y la necesidad de los ciudadanos de proteger sus ingresos en una divisa estable. ¿Pero cómo hacen los ciudadanos para poder recibir estos billetes?
Venezuela comenzó a dolarizarse por cuenta propia a finales de 2017, cuando su economía entró en hiperinflación y los precios aumentaban a diario. En aquel momento, se hacían unas pocas transacciones en divisas como dólares, euros, pesos colombianos y reales brasileños. El proceso se fue agudizando en 2019 hasta llegar a momentos como el de ahora, cuando resulta una excepción pedir un precio o un presupuesto y que alguien responda la cifra en bolívares, la moneda local.
“El venezolano empezó a usar intensamente el dólar, tanto es así que en el año 2021 alcanzamos un pico de transacciones en dólares, donde más del 60 por ciento de los pagos se hacían en divisas. Luego eso ha venido retrocediendo un poco, y hoy estamos cerca de 50 por ciento“, apunta el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.
Venezuela no puede recibir dólares de la Reserva Federal de Estados Unidos porque su Banco Central fue sancionado en 2019, entonces, los dólares vienen por otras vías. La principal, la venta de petróleo y oro al exterior. El resto entra al país por las remesas, por las personas que retiran efectivo durante un viaje al exterior, por quienes tienen cuentas en bancos internacionales y por negocios ilícitos, según la consultora Datanálisis.