El juego del lunes por la noche empezó bien para los Diamondbacks, gracias en gran parte a lo hecho por el venezolano Yilber Díaz.
El derecho de 23 años brilló en su debut en la Gran Carpa, permitiendo apenas una carrera en seis entradas de labor, exhibiendo gran madurez en la lomita de los D-backs y siendo pilar de lo que parecía sería un triunfo para su equipo. Claro, eso cambió eventualmente, con Arizona cayendo por 5-4 en extrainnings ante los Bravos en el Chase Field.
Pero eso no debe restarle brillo a lo hecho por Díaz, quien es visto como el 16to mejor prospecto de la organización, según MLB Pipeline.
El debut fue la culminación de un arduo camino para el monticular. El oriundo de Guatire firmó originalmente con los D-backs por US$10,000 a los 20 años. Díaz comenzó la campaña con Doble-A Amarillo, antes de ascender a Triple-A Reno, donde realizó cuatro aperturas. En su más reciente salida, el 1ro de julio, ponchó a 13 rivales en seis innings de labor, en los que no permitió imparables.
Sin embargo, su historia empezó mucho antes. Cuando no firmó con ningún equipo a sus 16 años, Díaz decidió colgar los ganchos. Pasaron dos años para que volviera a darle una nueva oportunidad al béisbol.
A los 18 años, Díaz decidió emigrar a Perú, donde se ganó la vida vendiendo helados. Fue después de eso cuando decidió retomar el deporte. Decidido en su objetivo, Díaz viajó a la República Dominicana en busca de una oportunidad.
Sin embargo, volvió a fallar en su intento por firmar con un equipo de Grandes Ligas. Justo en ese momento, la pandemia del COVID-19 cerró los aeropuertos y Díaz se quedó varado en la isla. Se vio obligado a seguir en Dominicana y decidió enfocarse en ganar peso y comer bien.
Los D-backs eventualmente lo firmaron el 5 de febrero del 2021, y fue en ese momento en el que empezó su ascenso por las fincas del club.
“Dejé de jugar béisbol por un tiempo”, recordó Díaz. “Y cuando lo retomé, tenía un solo objetivo. No me iba a detener hasta lograrlo. Trabajé muy duro, con la esperanza de que iba a suceder”.
Cuando empezó la campaña, Díaz no estaba en el radar del equipo grande de Arizona, pero las lesiones que empezaron a afectar la rotación obligaron al club a mirar con más detalle sus fincas.
“Yilber, en su primera presentación a nivel de Grandes Ligas, se tomó todo con calma y tuvo una excelente preparación previa al juego, y todo parecía como un día normal para él”, dijo el manager Torey Lovullo. “Luego sale y ejecuta a un nivel muy alto y lanza seis entradas de calidad contra un equipo ofensivo muy [bueno]”.