Hacinados, en una pequeña oficina y compartiendo un baño, sobreviven nueve personas, entre las que destacan tres niños, en un refugio ubicado en la ciudad de Los Teques, tras perder sus casas.
La pesadilla de la familia de Mileidy comenzó hace exactamente ocho meses, cuando sus viviendas se desplomaron por las lluvias y fueron «reubicados temporalmente» por la Alcaldía de Guaicaipuro.
Tras el siniestro fueron trasladados al refugio Paramaconi, ubicado en la zona industrial de El Tambor en el Municipio Guaicaipuro, donde otro grupo de familias esperan desde hace incluso años vivienda.
«Estamos viviendo en lo que sería la oficina del refugio» , explica Mileidy, mientras muestra el pequeño espacio que compartes con tres familias.
Las lluvias afectaron igualmente la casa de sus abuelos, su madre y la suya, «por eso acá estamos todos juntos, compartiendo camas, cocina y sanitario».
Además de sus abuelos, está su tía que es especial quien también perdió su casa, «mi mama con un sobrino y yo con mis tres niños», agrega la joven madre.
«Cuando nos trajeron, los de la alcaldía quedaron en arreglarnos un espacio más amplio, pero aquí seguimos, pasamos el día aquí metidos», dijo.
Narra que su abuela sufrió un ACV por lo que permanece en cama, mientras que su abuelo tiene 89 años. Clama para que le sean asignadas las viviendas prometidas desde el año pasado.
El Paramaconi, ubicado en un edificio perteneciente a Intevep, es una de los refugios creados en la última década por la administración oficialista de Guaicaipuro.
En 2015 fue noticia cuando medio centenar de refugiados – 11 familias – protestaron durante varios días continuos exigiendo asignación de viviendas de la llamada Gran Misión Vivienda Venezuela.
«Es año electoral, ya veremos por aquí a la alcaldesa y otros candidatos ofreciendo villas y castillos, para luego desaparecerse 4 años más», dijo otro de los refugiados, quien pidió el anonimato por miedo a que no le den, al menos, la caja CLAP.
Daniel Murolo – Punto de Corte