En tiempos de pandemia los servicios básicos son de importancia vital para la sociedad. Fabricio Briceño, secretario general de Bandera Roja, asegura que «tristemente y a pesar de la extraordinaria hidrografía del país las comunidades están secas, y de manera natural la búsqueda de su bienestar las impulsa a la protesta» .
«Protesta arriesgada, porque el virus acecha tanto como la delincuencia. ¿Y cuál es la respuesta del régimen frente a la exigencia de lo que es su deber? Pues, el chantaje fascista de los gobernantes, tal como lo hace el alcalde de Carrizal, quien amenazó diciendo: Si protestan se suspende la entrega del CLAP”.
Para Briceño esa conducta muestra la calaña de quienes se hacen llamar revolucionarios y en la práctica solo defienden sus intereses personales, poniendo en evidencia lo poco que les importa el pueblo.
«Algo más atrajo también la atención de la gente de la zona. Recientemente fueron detenidos en los alrededores de la plaza Bolívar unos tequeños, quienes de forma irresponsable deambulaban por la calle sin cumplir la cuarentena. Lo que llama a cuidado es que les impusieron un humillante régimen de ejercicios y además fueron bañados con productos de limpieza. Este trato cruel constituye abuso de autoridad y muestra a las claras el régimen militar que se impone de manera arbitraria, despreciando a los civiles».
El dirigente de Bandera Rojas se pregunta: ¿Por qué, en vez de sojuzgarlos, no se aplican multas o servicios comunitarios que tanto hacen falta? «¡No! Prefieren una acción denigrante, y lo peor es que lo publican por las redes con bombos y platillos, cual espectáculo de circo, un circo sin pan. Sembrar el miedo parece ser la estrategia cotidiana de un régimen que poco o nada hace por el bienestar del pueblo».
-El llamado es a mantenernos en casa: mientras más tiempo nos confinemos más pronto superaremos la amenaza del Covid-19. Me preocupa, y mucho, el tema del abastecimiento y del poder adquisitivo de los venezolanos. Hay familias que si no trabajan al día no podrán sostenerse ante la pandemia, y los CLAP en muchas comunidades se han retrasado exageradamente.
«En realidad me preocupa la crisis económica que veníamos arrastrando y que ahora se agudiza debido a la improductividad y la asfixia al sector privado. A esto se agrega la falta del combustible en el país con más petróleo del mundo: que no haya gasolina solo es una evidencia más de su mal gobierno. El llamado al pueblo es a la solidaridad, a la conciencia y sobre todo a la comunicación constante, atentos a la denuncia en defensa de los derechos humanos, que no pueden ser desconocidos con el argumento de la pandemia», dijo .
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