Carlos Lobo, jubilado de Corpoelec, denunció el desmantelamiento de la escuela de adiestramiento de la empresa estatal que estaba ubicada en Tocuyito.
Aseguró que el Centro de Formación Profesional Germán Celís Saúl, donde otrora eran preparados todos los trabajadores de Corpoelec, está fuera de servicio tras ser prácticamente desvalijado.
“Todas las personas que iban a trabajar en línea, subestaciones eléctricas, todo lo que era distribución eléctrica, pasaban primero por este centro y luego ingresaban a la nómina de Corpoelec”, explicó Lobo, quien por 24 años prestó servicio a la empresa como coordinador nacional de obras civiles.
Dijo que las condiciones de los trabajadores es deprimente. “Es grave, por ejemplo, que el personal que trabaja con líneas energizadas no cuente con implementos de seguridad”.
“A penas tienen cascos y botas que están más que vencidas, el resto de los implementos de seguridad brillan por su ausencia”, dijo.
Denunció igualmente que las subestaciones eléctricas de todos el país están en completo abandono así como las líneas de transmisión.
“En pocas palabras, tanto el sistema eléctrico del país como el personal que forma parte de la empresa eléctrica estamos en crisis. Estamos al borde del colapso”, agregó.
Lobo denunció igualmente la precaria situación de los salarios. “Además de lo bajo de los sueldos lo más grave es la pérdida de todos los beneficios contractuales que se habían venido ganando en los últimos años”.
Agregó que hoy día un jubilado o trabajador activo no cuenta con seguro médico, HCM; todo desapareció, lo que era beneficio por vacaciones, años de antigüedad, todo, estamos atados de mano”.
Redacción El Tequeño