Desde hace unas semanas, Miguel Bosé se ha convertido, en cierto modo, en altavoz para aquellas personas que niegan la pandemia del coronavirus tal y como se conoce y que se posicionan, entre otras cosas, en contra del uso de la mascarilla o de la vacuna. El pasado 16 de agosto tuvo lugar en la Plaza de Colón de Madrid una protesta negacionista a la que el artista animó a acudir a través de sus redes sociales, aunque él se encontraba en México.
Por abc.es
Tras su «espantada» -muchos de sus seguidores pensaban que él acudiría a la manifestación- el artista rompió su silencio en redes sociales con un: «Que nos dejen vivir», acompañado de un vídeo de cinco minutos de duración de la concentración en la que se incumplieron las medidas de seguridad decretadas por las autoridades.
Posteriormente, Bosé publicó un vídeo en el que llamaba poderosamente la atención la afonía del artista y que era solo el primero de una serie de piezas en las que iría abordando diferentes aspectos sobre la pandemia y su gestión. Ya entonces, en tono irónico, comentó que Twitter le había censurado la cuenta durante una semana. Y es que parece que el contenido fue catalogado por las mismas como «fake news» (noticias falsas). «Me han castigado. He sido un niño malo. Entonces, por una semana no tengo una de las tres redes». Facebook e Instagram también comenzaron a alertar sobre posible información falsa en sus vídeos.
Ahora, parece que las amenazas de las plataformas se han cumplido, ya que, al menos por el momento, ninguno de sus perfiles en estas redes sociales está activo; al buscar las cuentas no existen. Han sido algunos de los usuarios de estas plataformas los que se han percatado de su desaparición.
Por el momento se desconoce si se trata de una acción disciplinaria por parte de las plataformas o de una decisión del artista de alejarse de la polémica, ya que desde que comenzara su discurso negacionista se ha ganado las críticas de muchos usuarios, incluidos sus fans. Aunque lo cierto es que él se ha mantenido firme en su postura y sus teorías conspiranoicas sobre el virus y el 5G, entre otras cosas.
