El número fallecidos diarios por COVID-19 en hospitales del Reino Unido descendió este lunes hasta 360, por debajo de los 413 muertos comunicados ayer y 813 el pasado sábado, informó el ministro de Salud británico, Matt Hancock.
En total, han muerto por la enfermedad 21.092 pacientes hospitalarios en el Reino Unido desde que se inició la pandemia, mientras que el número de casos confirmados en las últimas 24 horas ascendió en 4.031, tras haber llevado a cabo 37.022 test en ese periodo.
A pesar de haberse registrado hoy la cifra de fallecidos diarios más baja del mes de abril, Hancock recalcó que relajar las medidas del confinamiento demasiado pronto significaría que los sacrificios hechos hasta ahora “no han servido para nada” y aumentaría el riesgo de una segunda oleada.
El titular de Salud indicó que las hospitalizaciones por COVID-19 están en remisión en el país, lo que permitirá que el servicio de salud pública británico comience a restaurar a partir de mañana los tratamientos de cáncer y salud mental que habían quedado suspendidos.
Hancock detalló asimismo que entre los fallecidos por el coronavirus hasta ahora en el Reino Unido se cuentan 82 trabajadores sanitarios y 16 trabajadores sociales “de primera línea”.
El ministro anunció que el Gobierno ha puesto en marcha un programa de seguros de vida que permitirá a las familias de esas personas cobrar 60.000 libras (68.800 euros).
“Por supuesto, nada puede reemplazar a un ser querido, pero queremos hacer todo lo que esté en nuestras manos para apoyar a las familias que están pasando por este duelo”, afirmó.
En la rueda de prensa celebrada por videoconferencia desde la residencia oficial de Downing Street, hoy por primera vez se permitió preguntar a un “ciudadano”, además de a los periodistas, algo que se hará diariamente a partir de ahora.
Una firma demoscópica seleccionará entre miles de preguntas aquella que se le trasladará a los miembros del Ejecutivo, que no conocerán de antemano su contenido.
La primera de esas preguntas fue de Lynne, que quiso saber si una vez las medidas de confinamiento comiencen a relajarse podrá volver a abrazar a sus nietos.
El consejero médico del Gobierno, Chris Whitty, argumentó que si bien la interacción con la familia es “absolutamente esencial” para muchas personas, las más mayores y los grupos de riesgo frente al COVID-19 van a tener que estar protegidos durante más tiempo.