“Jamás vimos un incendio tan devastador en esta zona”, sentenciaba este martes Gerardo Curvelo, vecino de El Jarillo quien desde las 8:00 de la mañana en compañía de bomberos y voluntarios combatía el incendió forestar que, en algo más de 10 días, ha arrasado con más de mil hectáreas del Parque Nacional Macarao.
Asegura que aunque reconocen y aplauden la labor que hasta ahora han realizado los bomberos mirandinos, la misma no ha sido suficiente, por lo que un grupo de residentes de la referida parroquia del Municipio Guaicaipuro decidieron sumarse a las labores que buscan sofocar las llamas.
“Estamos utilizando tanques de riego, que no son los adecuados, para tratar de ayudar a controlar las llamas”, indicaba Curvelo, agregando que increíblemente en los 10 días de emergencia no ha llegado al lugar ni un solo camión cisterna, “ellos –bomberos- no tienen herramientas, están como nosotros con palas y escardillas intentando parar el fuego”, dijo.
Para el mediodía de este martes la labor de los voluntarios había rendido frutos, habían logrado detener el avance del fuego hacia el sector poblado de El Jarillo pero seguia extendiendo hacia otras zonas. “Hoy, tras 10 días de incendio, es que vimos llegar un helicóptero, a pesar de que desde el Gobierno Nacional anunciaron que habían activado helicópteros y habían apagado el incendio la semana pasada”.
Perdidas incalculables
Emilio Breindembach, residente de la zona, puntualizó que además de toda la perdida en vegetación y fauna provocada por el feroz incendio, registran perdidas incalculable en mangueras y tuberías plásticas que durante años fueron instaladas por los jarilleros para poder tener tanto agua en sus hogares como para el riego de los cultivos.
Recordó que la parroquia de El Jarillo no tiene acueducto por lo que cada familia tiene sus tuberías propias que conectan a nacientes de la montaña ubicadas a 5, 10 y hasta 15 km de distancia en los altos del parque para el agua del hogar y el trabajo, “es incalculable lo que se ha perdido en mangueras, no sabemos si podremos recuperarlas, hemos tenido reuniones con vecinos para ver cómo vamos a afrontar esta tragedia”, reseñó.
Pidió a las autoridades investigar qué o quienes iniciaron el incendio el pasado domingo 31 de marzo, “le pedimos a las autoridades que averigüen quién ocasionó el fuego porque se inició dentro del parque nacional, por lo que los vigilantes deben saber quiénes entraron ese día, porque como todo el mundo sabe nadie tiene acceso libre al Macarao”.
El incendio ha generado en los últimos días una fuerte calima que cubre prácticamente todos los Altos Mirandinos. “En las zonas más cercanas al parque es prácticamente imposible respirar, estamos preocupados por la salud de la población más joven de El Jarillo”, advertía uno de los vecinos.
La mañana del martes Protección Civil informaba a través de un boletín sobre el avance del fuego en la carretera El Junquito – Colonia Tocar, carretera Colonia Tovar – El Jarillo y en los sectores El Guamal, Quebrada Fría, Quebrada La Negra y Quebrada La Mona.
Tradición en veremos
Cada año, un centenar de hombres inician el sábado previo al Domingo de Ramos el ascenso a lo más alto del Parque Nacional Macarao, en una tradición del siglo XVIII que consiste en buscar las palmas que serán bendecidas. Sin embargo dependerá este año de si las autoridades y voluntarios logran o no controlar el incendio que se desarrolla en la zona cercana donde los palmeros podan la palma real.
Daniel Murolo