La presidenta de la Asamblea Nacional (AN) 2015, Dinorah Figuera, y el exalcalde Metropolitano de Caracas Antonio Ledezma expresaron que “no son extraditables» en respuesta al gobierno del presidente Nicolás Maduro de repatriar a dirigentes políticos de la oposición.
Ambos dirigentes, exiliados en España, emitieron un comunicado en rechazo a los trámites de extradición que anunció el pasado 16 de septiembre el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que incluye a las directivas de la AN-2015 Auristela Vásquez y Marianela Fernández.
La medida es repetitiva a la dictada en agosto pasado por el fiscal general designado por la extinta Asamblea Constituyente, Tarek William Saab.
“Cientos de casos están documentados en la Corte Penal Internacional donde el régimen utiliza el Poder Judicial para amedrentar y perseguir a la oposición”, declaró Ledezma.
En el documento Figuera y Ledezma expresan que la orden de extradición pretende esconder el fracaso económico; “un régimen que ejecuta masacre como la de Yapacana; que clausura medios de comunicación; y que se apoya en la mentira sistemática”.
“No somos extraditables, somos indoblegables”
Unidos, como corresponde enfrentar a una dictadura, ratificamos nuestra determinación de seguir luchando en defensa de los derechos humanos de los venezolanos y promoviendo la idea de recuperar la democracia de nuestro país, en cualquier lugar del mundo en donde nos encontremos.
Nada nos hará doblegarnos ante un régimen que insiste en negar el estrepitoso fracaso de su modelo político y económico, utilizando mecanismos siniestros, como esta solicitud de extradición, con la pretensión de esconder la terrible realidad que padece el pueblo de nuestro país.
Es el mismo régimen que basa su estrategia en empobrecer a la casi totalidad de las familias; el que reprime a los disidentes como ha ocurrido con el estudiante John Álvarez y centenares de presos políticos civiles y militares; el que ejecuta masacres como la de Yapacana; el que clausura medios de comunicación; el que persiste en la aplicación de controles de precio y de cambio; y se apoya en la mentira sistemática, su fórmula demagógica y populista como patrón de conducta.
Ahora más que nunca seguiremos dando a conocer la lamentable situación de Venezuela que hoy soporta el voluminoso peso de una inexplicable y gigantesca deuda pública, castigada con la inflación más alta del mundo, con trabajadores y pensionados dependiendo de salarios paupérrimos, con miles de empresas y fábricas clausuradas, con nuestra industria petrolera quebrada, con las escuelas sin condiciones para poder recibir a los niños y jóvenes en sus respectivos cursos escolares, y con una cada día más aguda crisis de todos los servicios públicos que tiene en la hora actual su mayor expresión en los prolongados apagones que mantienen a Venezuela a oscuras.
Seguiremos denunciando los crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional, mientras incrementamos nuestra esperanza en la realización de las elecciones primarias convocadas para el próximo 22 de octubre, fecha en la que la sociedad civil en resistencia, superando obstáculos y maniobras sórdidas, seleccionará a la persona que nos representará en las venideras elecciones presidenciales de 2024, enarbolando banderas de concordia, libre de sentimientos de odio y de venganzas innobles, pero si con un caudal de ideas, proyectos y fuerzas creativas que aseguren rescatar y transformar a Venezuela.
Nos abocaremos a informar a la comunidad internacional de esta escalada persecutoria activada por operadores sobre los cuales pesan sanciones personalizadas aplicadas por la Unión Europea, como es el caso del fiscal de marras que actúa como un sicario al servicio de la dictadura que encabeza Nicolás Maduro.
Agradeciendo las manifestaciones de solidaridad y comprensión recibidas de los más variados sectores de nacionales e internacionales, nos despedimos;