En un 400 % aunentó la solicitud de alimentos en la sede de Cáritas Los Teques en medio de la pandemia, alertó la presidenta de la organización María José González, tras reiterar el incremento en un 73 % de los casos de niños con desnutrición aguda.
«Si antes nos tocaban la puerta 100 personas, ahora lo hacen 400 solicitando alimentos todos los días», indicó. El aumento de 73% de desnutrición en infantes menores de cinco años se registró entre febrero, mes previo a la declaratoria de la emergencia nacional por la pandemia de coronavirus (Covid-19), y julio de 2020.
González asegura que los venezolanos están abocados a buscar qué comer y al no tener alimentos en casa «viene ese monstruo tan grande que es la desnutrición, con cifras dramáticas como las que demuestra este estudio realizado en 10 ciudades del país», reseñó durante su intervención en el programa de opinión «Pola y Murolo a las 12» que transmite Mía 105.7Fm.
Narró que antes del inicio de la cuarentena tenían otras alternativas de acompañamiento y cuidado de las personas más vulnerables «pero en estos momentos, producto del confinamiento, estamos trabajando con la visita domiciliaria, este es un estudio que se hace de manera intencionada, nosotros vamos a los sectores más vulnerables».
Agregó que con el cierre de comedores populares los venezolanos tienen poco acceso al alimento. «Es fácil decir quédate en casa cuando las personas tienen alimentos y posibilidades, pero quédate en casa cuando la gente no tiene nada, es una gran mentira».
Gonzalez agregó que el programa del régimen, conocido como CLAP, «disminuyó tanto en cantidad como calidad y en frecuencia de entrega a las familias por lo que prácticamente la demanda de solicitud de alimentos se cuadruplicó en nuestras parroquias».
Explicó que aunque Caritas, a través del programa Samán de alerta, monitoreo y atención temprana de salud para niños de entre 0 a 5 años y mujeres embarazadas, recibe financiamiento de la comisión europea para la ayuda humanitaria y de Cáritas Internacional, siempre reciben donaciones de vecinos y comerciantes.
«Somos la segunda red humanitaria más importante del mundo, eso hace que haya solidaridad con nosotros pero también la solidaridad de la gente que está en el país, que nos apoya llevando algo para las parroquias», dijo.
Apoyo en bicicleta
El informe destaca que en 10 ciudades del país la situación es crítica. En Carabobo un grupo de estudiantes universitarios decidieron no quedarse de brazos cruzados y llevar alimentos en bicicleta por la escasez de combustible.
Jesús Díaz, representante de la Fundación Movimiento Social 21 de Noviembre, en honor al día del estudiante, narró que la organización fue creada en 2016 por un grupo de estudiantes que realizaban estudios sociales para determinar la vulnerabilidad de niños en materia alimentaria y social.
«En 2018 creamos un programa para atender casas hogares y luego comunidades vulnerables, con ayuda de la Cruz Roja detectamos un alto nivel de malnutrición en niños de entre 0 y 5 años», dijo.
Asegura que en las zonas más populares de esa entidad las familias comen una vez al día, «vemos con preocupación como aumento la cifra de niños desnutridos, por eso hemos redoblar el esfuerzo para entregar alimentos cocidos, crudos y fórmulas», reseñó Díaz.
En total, en lo que va de pandemia, han entregado 17 mil platos, beneficiando unas 500 familias de Carabobo. Reseña que los recursos vienen de donaciones de empresarios, rifas y aporte de vecinos.
Cada fin de semana reparten unas 400 comidas en bicicletas ante la escasez de gasolina, apoyan igualmente cada domingo el área de pediatría del Hospital Dr Enrique Tejera.
Daniel Murolo
