Uno busca un 25º título del Grand Slam (que seríe récord absoluto), el otro sueña con un primer ‘Grande’: Novak Djokovic y Alexander Zverev se vuelven a ver las caras el miércoles en cuartos de final de Roland Garros.
El partido, uno de los estelares de cuartos, supone un ‘remake’ de la semifinal del Abierto de Australia disputada el pasado mes de enero.
Un partido en Melbourne que concluyó al término del primer set -perdido por Djokovic- con el abandono del serbio por «un desgarro muscular» en el muslo izquierdo, sufrido durante su duelo de cuartos ante el español Carlos Alcaraz.
Ese abandono recordaba al que protagonizó en Roland Garros el año pasado también en cuartos, ante el noruego Casper Ruud, en esa ocasión por una lesión en la rodilla derecha producida durante su maratoniano partido contra el argentino Francisco Cerúndolo en octavos.
La intensidad física impuesta por los torneos del Grand Slam con sus enfrentamientos a cinco sets comienza a pesar en el cuerpo de un Djokovic de 38 años cuyo contador de ‘Grandes’ sigue bloqueado en 24 desde el US Open de 2023.
Aunque hasta el momento en el Grand Slam parisino de este año sólo se ha visto perturbado por unas recurrentes ampollas en los pies, tratadas durante sus victorias contra el francés Corentin Moutet en 2ª ronda y ante el británico Cameron Norrie en octavos de final.
«Me encuentro bien, creo que puedo jugar aún mejor, pero al final, 12 sets jugados, 12 sets ganados, todo es positivo por el momento», declaró el tres veces ganador de la Copa de los Mosqueteros (2016, 2021, 2023), con la moral reforzada con su 100º título en el circuito conquistado en Ginebra en su última parada antes de París.
Zverev, como un rayo
El rayo que sacudió el avión de Zverev al llegar a París fue el único momento complicado que ha vivido el alemán en esta edición de Roland Garros.
Aunque perdió un set, en segunda ronda contra el neerlandés Jesper De Jong, viene de un rápido y plácido duelo de octavos, terminado antes de tiempo por el abandono mediado el segundo set de otro neerlandés, Tallon Griekspoor (35º del mundo), que arrastraba una lesión en los abdominales desde el entrenamiento.
El alemán no vivió una preparación «óptima» para la temporada de tierra batida, con un sólo título, en Múnich, y un cuarto de final en Roma, sobre arcilla.
El tenista de Hamburgo, que ha perdido las tres finales del Grand Slam que ha disputado (US Open 2020, Roland Garros 2024 y Abierto de Australia 2025), aún mantiene la esperanza de inaugurar su palmarés de ‘Grandes’.
Aunque Carlos Alcaraz, al que cedió el N.2 del mundo, es en su opinión «el favorito» para revalidar el título, Zverev no diría «nunca» que Djokovic, N.6 de la clasificación ATP, es un candidato de segundo nivel.
Su último enfrentamiento sobre tierra batida se remonta a 2019, también en cuartos de Roland Garros.
«En aquel momento él era mucho más fuerte que yo, sobre todo en Grand Slam», recuerda el alemán, que perdió en tres sets.
Contando todas las superficies, Novak Djokovic conquistó ocho de sus 13 duelos directos.
«He tenido muchas victorias bonitas y derrotas difíciles contra él. Nuestra rivalidad tiene una gran historia», resumió el N.3 del mundo.
Desde 2021 con la semifinal de los Juegos Olímpicos de Tokio ganada por Zverev, el balance se ha equilibrado, con una victoria para cada uno.