Aulas y bolsillos de los profesores siguen vacíos
Durante los últimos años los docentes se han mantenido en una constante lucha con los entes gubernamentales de los Altos Mirandinos, específicamente con la Gobernación de Miranda para reclamar mejoras salariales y beneficios socioeconómicos, sin embargo, hasta los momentos no han conseguido resultados.
Esta lucha a su vez ha traído consigo consecuencias que afectan no solo al educador sino también a los alumnos y en parte a los representantes. Ante la ausencia de los profesores en las aulas, los estudiantes no reciben un correcto aprendizaje.
Los docentes aseguran que actualmente abandonan los salones de clases por cuatro factores: Mala remuneración salarial, escasos beneficios socio económicos, desmotivación y sobre carga de proyectos.
Ante esto muchos optan por dedicarse a realizar otras actividades o buscar empleos fuera de su área, pero con mejor sueldo, asimismo, hay muchos otros que introducen reposos.
Josmar Ríos, docente expresó que hoy día la mayoría de los profesores se sienten “muy desmotivados y asisten poco a sus puestos de trabajo bajo cualquier excusa ya que consideran que no son bien pagados, además que deben cumplir con muchos programas ordenados por el Ministerio de Educación, es decir, se les pide mucho y no cuentan con seguridad social ni laboral”.
En tal sentido añadió que otro de los problemas que existe se centra en la falta de suplentes, “porque no hay una cartera de sustitutos, justamente por el mal pago y muchas veces se demoran mucho en hacerlo”.
Con respecto al tema de los reposos, Anicet Ortiz, educadora comentó que por lo general los reposos son por problemas en el túnel carpiano y rectificación de cervical, además explicó que “la cobertura del seguro privado no da para muchos, entonces los docentes acudimos al IPASME que presenta muchas debilidades”.
Debido a la situación representantes muestran preocupación por la educación de sus hijos, que cada vez se ve más interrumpida, esto sin incluir el tema de los costos actuales de los útiles escolares y uniformes.
Por su parte, Diana Hernández, representante indicó que “es entendible que falten si se enferman, pero si se trata de una falta constante y no hay suplentes, entonces afectan a los niños porque dejan vacíos en su aprendizaje”.
Igualmente señaló que en parte los representantes comprenden la lucha que tienen con los entes para conseguir mejores sueldos, “las instituciones deberían buscar métodos para que los estudiantes recuperen las clases que han perdido y obviamente se debe reforzar la educación”.
El mes pasado los docentes realizaron una protesta en la que utilizaron el lema “Alumno con hambre no aprende y docente con hambre no enseña», donde rectificaron su lucha por conseguir que la Gobernación de Miranda se aboque a solucionar sus quejas y aumentar el sueldo que vaya acorde con los precios de la canasta básica.
En el mes de junio los docentes se asesoraron en materia legal para seguir la lucha bajo el marco de la ley, esto en una asamblea que sostuvieron. Jesús Román, profesor, dijo recientemente que “nos deben el 17 % de todo el 2017, 40 % del mes de octubre, 60 % de enero, 40 % de abril y se avecina otro 40 % por vía de contratación colectiva en julio”.
En la última reunión que realizaron los miembros del Colegio de Profesores de Miranda, volvieron a exigirle a la gobernación que dieran respuestas a las deudas que existen hasta ahora, que son: aumento salarial, contra actual y bono vacacional que correspondía pagar el 10 del mes en curso.
Arly Guzmán