Este lunes, los docentes venezolanos comenzaran una serie de protestas en todo el país para exigir mejores salarios y condiciones laborales en medio de una inflación galopante.
«No podemos reincorporarnos a clases porque no tenemos cómo mantener a nuestras familias. En mi caso soy un docente tipo 6 con más de 30 años de experiencia, estudios de posgrado y mi sueldo total al mes es de 630 bolívares ($34 a tasa BCV). Y a eso se le descuenta paro forzoso, Ipasme, Seguro Social, es decir, es un salario pulverizado», comunicó Carlos Giménez, presidente de Fetrasined.
El martes 10 de enero convocan a marchar desde la plaza Los Ilustres en la avenida Vargas hasta la Defensoría del Pueblo. «Introduciremos un recurso de amparo ante posibles represalias de que pretendan despedirnos. Estamos ejerciendo el libre derecho a la protesta», manifestó.
El miércoles 11 de enero se concentrarán en la avenida Lara con Leones y marcharán hasta el Santuario Santa Rosa de Lima. «Queremos pedirle a la Divina Pastora que le abra el corazón, el entendimiento y los bolsillos al Gobierno para que nos pague», exclamó.
El Ejecutivo nacional les adeuda 280% de aumento del salario base desde el 2018. «Nos prometieron un bono de 800 bolívares y también nos engañaron», refirió.