Un informe elaborado por un conglomerado de organizaciones no gubernamentales asegura que economías ilegales y grupos criminales están destruyendo la Amazonía.
El informe, titulado “Amazon Underworld”, señala que estas organizaciones operan en varias áreas de la economía ilegal, entre las que destacan el tráfico de cocaína, oro y madera.
De acuerdo con el informe, la Amazonia alberga una “economía subterránea” que alimenta la creciente demanda mundial de estos productos, pero también la violencia y la deforestación.
En el 70 % de los municipios investigados en seis países de la región (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) actúan grupos de civiles armados que deforestan y actúan sin control.
Organizaciones criminales y su poder ascendente
Las múltiples organizaciones criminales están ganando poder en la Amazonía, según el informe. Mientras estas organizaciones son cada vez más poderosas, las poblaciones originarias son cada vez más vulnerables.
Sin protección estatal y de ninguna índole, las poblaciones de civiles están a merced de cualquier tipo de violaciones de Derechos Humanos. La ausencia del Estado es escasa y las estrategias de seguridad no son adecuadas y mucho menos eficientes.
La reducida presencia del Estado es solapada completamente por hechos de corrupción en que incurren los funcionarios en todos los niveles. Además de ello, es muy difícil la aplicación de una política de Estado de manera coordinada entre los gobiernos de la región.
Todos los elementos juegan a favor de las organizaciones criminales y convierte todo el ecosistema amazónico en un perfecto espacio donde estos grupos crecen en número, organización, control, poder y peligrosidad.
Destrucción de la Amazonía
La existencia y operación de grupos criminales incide directamente en la destrucción apresurada del medio ambiente en el Amazonas.
La diversidad cultural y biológica se va degradando al punto en que hectáreas de vegetación, fauna y flora van desapareciendo. Este tipo de destrucción va de la mano de actividades mineras ilegales de manera indiscriminada.
La contaminación y la muerte están a la orden del día, y la pérdida de la capacidad reguladora climática del Amazonas está perdiéndose.
Con información de Radio Fe y Alegría Noticias