Los industriales y los comerciantes llevan meses en una negociación por nuevas condiciones alrededor del cobro del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (Igtf) con la administración de Nicolás Maduro. Sin embargo, los analistas económicos dudan que tales cambios sean aprobados en el corto plazo.
“El Igtf llegó para quedarse (…) aunque el ingreso más grande del estado viene de la venta petrolera” aseguró el economista y decano de la Universidad Metropolitana (Unimet), Luis Oliveros, en medio de su presentación en el evento de “¿Cómo presupuestar 2024?”, organizado por la Cámara Venezolana Americana de Comercio e Industria (Venamcham).
Oliveros argumentó que el Servicio Nacional Integrado de Administración Tributaria (Seniat) vio aumentar su recaudación entre enero y agosto 2023 frente al mismo período del año pasado, en parte por este tributo del Igtf y una mayor producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Mayor recaudación del Seniat
El Igtf fue presentado como el tercer impuesto con mayor recaudación en el Presupuesto General de la Nación 2023, que si bien no se publicó en la Gaceta Oficial, se trató de un documento filtrado por el diario Tal Cual.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (Islr) se entienden que son los dos tributos que otorgan las mayores recaudaciones en el país, aunque el Seniat dejó de publicar sus estadísticas mensuales detalladas.
Las publicaciones del Seniat solo marcan que el total de la recaudación mensual de estos ocho meses de 2023 tuvo un crecimiento frente al año pasado.
Los cálculos del economista Luis Oliveros mostraron, por ejemplo, que el Seniat obtuvo 451 millones de dólares en agosto 2023, frente a los 360 millones de dólares recaudados en agosto 2022. Esto supone un 25% adicional a lo obtenido en agosto 2023, en comparación con el mismo mes del año anterior.
Oliveros insistió, además, en que la recaudación del Seniat durante 2022 y 2023 dista mucho de los montos obtenidos por el Seniat en 2020 y 2021, dos años en que la actividad comercial tuvo que enfrentar la paralización producto de la pandemia del Covid-19.
Una parte de esta mayor recaudación del Seniat está atada a la tasa del Igtf de 3%, que se cobra en supermercados, franquicias de comida rápida y cadenas de farmacia a diario a cualquier persona que cancele su compra con dólares en efectivo. Al igual que la alícuota de 2%, que cancelan las empresas venezolanas por sus operaciones en bolívares, cuando son consideradas como contribuyentes especiales.
Los gremios de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa) y el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) pidieron que esta alícuota del Igtf sea reducida, en especial para las operaciones con divisas en efectivo.
Oliveros les recordó a los empresarios venezolanos que el Igtf es un tributo que ofrece una recaudación rápida para la administración de Nicolás Maduro, por lo que no descartó que su tasa de cobro pueda ser modificada en el momento en que se busque aumentar la liquidez de la caja para el gasto público.
