Su oficina está llena de alimentos en cajas y bolsas. «Estoy buscando quien me dé la cola para irlos a entregar», aclara mientras despeja el escritorio que luce abarrotado de paquetes de harina, pasta e incluso vegetales.
Al no contar con carro propio, Edgar debe trasladar en su moto o con la ayuda de algún amigo con vehículo, los mercados que cada semana entrega a vecinos de la tercera edad que, producto de la diaspora y la pandemia, permanecen solos confinados en sus viviendas.
Este es solo uno de la media docena de progrogramas sociales – enfocados siempre en la protección de los DDHH – que Laya mantiene activos desde que fue electo concejal de Los Salias en diciembre de 2018.
Su ADN político le viene de Argelia Laya – Docente, activista política y luchadora social que defendió el derecho de las mujeres a la educación – , su papá fue igualmente masista, lo que explicaría su pasión y entrega al tema de la defensa de los derechos humanos. Aunque a diferencia de sus familiares, Edgar se identifica más con el centro, con el liberalismo social.
Estudió administración y posteriormente artes escénicas, en el año 2012 un gran amigo, Michel Fernández, se le acerca y le invita a formar parte de la campaña en la que su padre – Josy Fernández -, quien entonces era concejal, aspiraba convertirse en alcalde.
Laya acepta y así nace el movimiento juvenil «Un grito por San Antonio» con el que Fernández logra ganar las primarias y posteriormente la alcaldía, conformando un tren ejecutivo integrado en un 40 % por directores jóvenes.
«Para poder hacer teatro debía vivir en un país estable, por lo que en mi orden de prioridades decidí primero dedicarme a cambiar Venezuela para luego ejercer mi profesión, de eso han pasado ya 10 años», reseña, aclarando que no se arrepiente de la decisión.
Llegó a la ciudad en brazos de su madre con sólo dos años, sus padres forman parte de la camada de caraqueños que en los años 80, luego que San Antonio se independizó de Guaicaipuro, vieron en el recién formado Municipio Los Salias una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
«Ese grupo de familias tiene un apego muy particular por la ciudad porque fue el espacio que le brindó superación personal, justicación desde el punto de vista social de porqué la gente se identifica tanto con esta tierra», puntualiza.
Ese boom colmó las recién construidas urbanizaciones y edificios de gente del petróleo, fiscales, ministros, estudiantes y artistas que escapaban del caos de la capital de la República hipnotizados por las montañas y el clima de la zona.
«Fue un grupo importante de personas de un capital social muy bien formado y de una clase social media que se vino y por eso San Antonio es diferente», indica.
Con el triunfo de Fernández en 2014, Laya a su corta edad, se convierte en suplente del concejal Daniel González e inicia así su carrera política en la administración pública, específicamente dentro de la Alcaldía de Los Salias.
Forma parte en un inicio del Instituto Autónomo de Cultura y Deporte, como coordinado de eventos y relaciones públicas donde desarrolló su vocación artística al darle oportunidad a nuevos talentos.
Luego encabeza la dirección de Transparencia y Gobierno Electrónico, posteriormente Desarrollo Social y finalmente en Comunicaciones y Relaciones Públicas.
Aclara que más que una relación con la política es con el servicio por lo local, «es la oportunidad de hacer cosas, aportar y cambiar cosas del sitio en el que creciste y amas, eso es lo más importante, es lo que me mueve».
En diciembre de 2018 gana su curul como edil principal en unas elecciones en las que los principales partidos políticos del país pidieron no participar, «pero cómo abandonar al municipio que tanto amas, decidimos participar y ganamos», recuerda.
Desde entonces trabaja presidiendo la comisión de Derechos Humanos y Anti invasiones del Concejo Municipal, desde donde ha creado media docena de programas para ayudar a los vecinos a enfrentar la crisis nacional.
«A pocos meses de ganar se vino el apagón nacional, en cuestión de horas creamos una sala situacional desde donde atendimos – las 24 horas del día y por más de dos meses – cientos de emergencias generadas por las fallas eléctricas en medio del caos», recuerda.
-Arranca 2020 y parece entonces un déjà vu político cuando continúa el conflicto político y estalla una pandemia mundial que activa una cuarentena y nos obliga a mantenernos en la calle para garantizar que nuestros vecinos se mantengan en sus casas.
Admite que ha sido difícil por el precario sistema de salud venezolano, aunado a la dificultades económicas. «El municipio depende en un 80 % de los impuestos que se recaudan por actividad económica, lo primero que paralizó la pandemia fue el sector económico por lo que cayeron en 80 % los ingresos del Municipio, lo que significa básicamente un cierre técnico».
-Pero a nosotros nos mueve la voluntad y la vocación, porque es hacer mucho con nada, ya no podemos decir con poco, porque realmente no hay nada y sin embargo creamos programa tras programa y con cada uno beneficiamos mil, dos mil personas y entonces uno siente que tiene sentido lo que hacemos.
Destaca el trabajo de los concejales suplentes, directores de la Alcaldía y especialmente de los propios vecinos organizados que ayudan a enfrentar la pandemia.
Enumera los programas que hasta la fecha se han actividado como el de Atención en Crisis, integrado por Psicólogos y Psiquiatras; el programa recreativo que se conoce como «Hasta Tu Ventana» que asegura incide también directamente en la salud mental «porque se busca romper el silencio, esa sensación de que la vida está en pausa y conectarse con la música, con el talento».
Igualmente «Solidaridad Sanantoñera» , que consiste en llevarle alimentos a familias y personas de escasos recursos gracias a las donaciones y ayuda de otros vecinos y comerciantes. «Y al inicio de la cuarentena un centro de llamadas para los adultos mayores que estaban sin acompañamiento en el país y que monitoreamos para ayudarlos en medio del confinamiento».
La historia se encargará
«Pensar que quienes pudieran estar frente a esta dificultad sean los mismos responsables de la crisis nacional sería imperdonable y creo que la historia va a tener que revisar los liderazgos que en su momento, al menos los locales, decidieron apartarse y no acompañar a la gente en el peor momento», reseña Laya al referirse al proceso electoral en el que resultó electo concejal.
Asegura que basta con echar el ojo a los municipios en el que el control político quedó en manos del PSUV para ver como es el control social, «como se le da la espalda al vecino y cuando se ayuda es por chantaje político».
-Los Salias es una trinchera, es un farito de luz en medio de tanta oscuridad y no puede ser que sea uno mismo el que lo apague, la historia tendrá que juzgar al liderazgo que se apartó y por eso uno puede salir a la calle y ver al vecino a la cara y sentir su agradecimiento por no dejarlo solo en la mayor crisis de nuestra historia como nacional.
Daniel Murolo – #ConexionLosSalias
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