El Departamento de Estado estadounidense precisó este martes que ha invertido 91,2 millones de dólares en el desminado de tierras en Ucrania en el año fiscal 2022, que finaliza este próximo 30 de septiembre.
En ese periodo iniciado el 1 de octubre de 2021 se han limpiado de minas 560.372 metros cuadrados, se han destruido 534 restos explosivos de guerra y se ha educado a 26.872 individuos en persona de cara a reducir los riesgos de accidentes o heridas por ese tipo de artefactos.
Los datos proceden de su informe anual «To Walk The Earth In Safety» («Caminar por la Tierra con seguridad»), que detalla los esfuerzos del país en materia de destrucción de minas en todo el mundo.
El documento precisa que desde el año fiscal 2004 y hasta el 2022 Washington ha destinado a Ucrania 174,3 millones para esa labor. Esa cifra incluye 27,4 millones desde la «invasión inicial» del territorio oriental de Ucrania por parte de Rusia en 2014.
En comparación, en el año fiscal 2021 se contemplaron 13,7 millones y otros 14,1 millones en el anterior.
La guerra ucraniana comenzó en febrero de 2022 y Kiev estima que para septiembre de ese año había 160.000 kilómetros cuadrados «contaminados» con minas, lo que equivale aproximadamente a dos veces el tamaño de Austria.
La subsecretaria de la Oficina de Asuntos Militares y Políticos, Jessica Lewis, apuntó que una de las consecuencias evidentes del conflicto es que hay agricultores que han perdido su modo de vida a la espera de que sus tierras sean liberadas de artefactos explosivos.
«La seguridad global alimentaria se ha convertido en una piedra angular de los esfuerzos de Estados Unidos en destrucción de armas, no solo en Ucrania», apuntó la representante estadounidense, criticando que Moscú haya «contaminado de forma intencional» esos terrenos en Ucrania con minas, restos explosivos de guerra y otros artefactos «improvisados».
A nivel global, Estados Unidos ha previsto una inversión de unos 319 millones de dólares en programas de destrucción de armas en el año fiscal 2022.
En Europa en general, el país destinó 115 millones de dólares. Ucrania se lleva el 78,75 % de esos fondos, seguida por Georgia (4,22 %), Bosnia y Herzegovina (4,04 %), Azerbaiyán (3,66 %) y Albania (3,36 %).
A Oriente Medio y el Norte de África se dirigieron 59,9 millones de dólares, con Irak (40,2 millones), el Líbano (6 millones) y Yemen y Libia (2 millones cada uno) en cabeza de esos esfuerzos), mientras que para el sur y el centro de Asia se destinaron 28,6 millones, con Afganistán (15,1 millones) al frente.
En el hemisferio occidental hubo un apoyo en el año fiscal 2022 de 30,7 millones. Colombia, como en años anteriores, fue el principal receptor, con 24,5 millones en esta ocasión y 197.572 metros cuadrados de tierra descontaminados.
Significantes fueron también entre otros los fondos para el este de Asia y el Pacífico, con 81,8 millones de dólares, principalmente para Laos (45 millones) y Vietnam (20,2), así como para África, sin contar el norte de ese continente, con 27,5 millones, con Angola (8,6 millones) como mayor beneficiario. EFE