Estados Unidos impuso este lunes nuevas sanciones a funcionarios iraníes por la represión de las protestas antigubernamentales por la muerte bajo custodia policial de la joven Masha Amini, arrestada por no llevar bien el velo.
En concreto, el Departamento del Tesoro sancionó al viceministro de Inteligencia de Irán, Naser Rashedi, y a una fundación vinculada a la Guardia Revolucionaria Iraní, así como a los funcionarios encargados de dicha fundación.
Estas sanciones coordinadas con la Unión Europea (UE) y el Reino Unido bloquean todas sus propiedades en Estados Unidos y les prohíben cualquier tipo de transacción económica o comercial.
Es la novena ronda de sanciones a Irán por parte de Estados Unidos desde el inicio de las protestas en septiembre del año pasado.
Rashedi fue sancionado por actuar en nombre del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán, un ente sancionado desde 2012 por «su rol central en los abusos a los derechos humanos del pueblo iraní», dijo el Tesoro en un comunicado.
Según Estados Unidos, los agentes de este ministerio han tratado de suprimir las actuales protestas antigubernamentales con prácticas que incluyen golpes, abusos sexuales, censura y confesiones forzadas de presos.
El Tesoro también sancionó a la Fundación Cooperativa de la Guardia Revolucionaria, un conglomerado económico vinculado a este cuerpo de seguridad que está presente en diversos sectores de la economía iraní.
También fue designada por EE.UU. la dirección de esta fundación, así como cuatro funcionarios encargados de la seguridad en varias provincias del país persa.
Casi 500 personas han muerto en las protestas y cerca de 20.000 han sido detenidas, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Las protestas han perdido fuerza de forma notable tras las ejecuciones de cuatro manifestantes y en las últimas semanas apenas hay movilizaciones en las calles de Irán.