Si se conceden los permisos necesarios, el emprendimiento de casi 39.000 millones de dólares estaría operativo en 2030.
La Administración del presidente estadounidense Joe Biden aprobó un proyecto para la realización de un gasoducto de 807 millas (casi 1.300 kilómetros) en Alaska, en un contexto de crecientes preocupaciones por el cambio climático, reveló el Departamento de Energía en un comunicado el jueves.
Además, según el documento, se permite la exportación del gas natural licuado (GNL) del emprendimiento a países no pertenecientes a ningún tratado de libre comercio por un plazo de 30 años.
Si se conceden los permisos necesarios, el plan de casi 39.000 millones de dólares estaría operativo en 2030.
La aprobación de exportación en el marco de este plan se concedió por primera vez en agosto de 2020 durante la era de Donald Trump. Sin embargo, la decisión se enfrentó a una oleada de críticas por parte de grupos ecologistas que se opusieron al iniciativa. Por lo tanto, en ese momento, el Departamento de Energía propuso protecciones medioambientales adicionales.
“El Departamento de Energía ha emitido hoy una orden que modifica una decisión de 2020 para imponer nuevos requisitos ambientales que impidan el venteo de dióxido de carbono, además de reafirmar todas las condiciones ambientales anteriores”, reza el texto del comunicado.
“Un paso importante”
A pesar de las modificaciones en torno a la protección del medio ambiente, el proyecto sigue contando tanto con partidarios como con quienes dicen que nunca permitirán que se lleve a cabo.
“Se trata de un paso importante para conseguir más puestos de trabajo para nuestras familias y un impulso para que se construya el proyecto del gasoducto de GNL de Alaska”, declaró Rick Whitbeck, director estatal de Power The Future, un grupo que está a favor de la energía, en Alaska. “La aprobación demuestra que la Administración Biden reconoce por fin el papel clave que desempeñan los combustibles fósiles en nuestro futuro energético”, afirmó citado por FoxNews.
Las críticas
Sin embargo, grupos ecologistas encabezados por la organización Sierra Club y el Centro para la Diversidad Biológica criticaron la decisión, amenazando con emprender acciones legales.
“La propuesta de exportación de gas natural licuado de Alaska amenazaría a la vida salvaje del Ártico y agravaría la crisis climática, cimentando décadas de aumento de la producción y exportación de gas en un momento en que la ciencia es clara en que debemos abandonar rápidamente los combustibles fósiles“, dijo Andrea Feniger, directora de una sección de Alaska de Sierra Club.
“Afirmar que un proyecto como éste podría ser de interés público no sólo no está en consonancia con el compromiso de la Administración Biden con la lucha contra el cambio climático, sino que no está en consonancia con la realidad. Utilizaremos todas las vías disponibles para garantizar que este proyecto desacertado nunca se construya“, agregó.