Estados Unidos asegura sentirse preocupada por los ataques cibernéticos de enero al Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), que afectaron a los datos personales y la información confidencial de medio millón de personas, y ha advertido de que han dañado a la red humanitaria global.
“Apuntar a los datos sensibles y confidenciales del CICR es una situación peligrosa. Tiene consecuencias reales: este incidente cibernético ha dañado la capacidad de la red humanitaria global para localizar a las personas desaparecidas y reconectar a las familias”, ha dicho el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, en un comunicado.
En ese sentido, ha agregado que es “vital” que estos datos humanitarios se respeten, ya que la información que maneja el organismo es “fundamental” para proporcionar servicios médicos, de protección y asistencia humanitaria.
“Para cumplir esa función, el CICR a menudo hace lo que nadie más puede hacer: acceder a las personas detenidas en zonas de conflicto o cruzar el frente para llegar a los necesitados. Su independencia e imparcialidad le han permitido durante mucho tiempo tener acceso a información y datos confidenciales”, ha señalado Price.
Por ello, ha hecho un llamado a los estados a “unirse para dar alarma sobre esta violación” al CICR, un organismo que desempeña “un papel único y esencial en la protección de las poblaciones vulnerables en los conflictos armados, los desastres naturales y otras emergencias”.
El ciberataque en enero
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) informó el pasado mes de enero de que había sufrido un ciberataque contra sus servidores y que los datos filtrados procedían de decenas de sociedades nacionales de Cruz Roja y Media Luna Roja en todo el mundo.
El ciberataque “puso en peligro los datos personales y la información confidencial de más de 515.000 personas extremadamente vulnerables, entre ellas personas separadas de sus familias como consecuencia de conflictos, migraciones y catástrofes, personas desaparecidas y sus familias, y personas detenidas”, señala el comunicado.
Asimismo, trasladaron que su principal preocupación eran los “riesgos potenciales de este ataque, sobre todo la divulgación de información confidencial, para estas personas”, a las que Cruz Roja intenta “proteger y ayudar”.
“Un ataque contra los datos de personas desaparecidas aumenta la angustia y el sufrimiento de sus familiares. Estamos todos consternados y perplejos por este ataque que ha afectado información recogida con fines humanitarios”, lamentó en enero el director general del CICR, Robert Mardini.
“Cada día, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ayuda a reunir a una media de 12 personas desaparecidas con sus familiares(…). Ciberataques como éste ponen en peligro esta labor vital”, dijo Mardini.
El CICR dijo que estaba trabajando con sus socios humanitarios de todo el mundo para comprender el alcance del ataque y tomar las medidas adecuadas para salvaguardar sus datos en el futuro.