El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, dijo este viernes que el Gobierno de Washington mantiene “buenas comunicaciones” con la petrolera española Repsol, de la que aseguró no tiene intención de ir en contra las leyes estadounidenses.
“Repsol tiene inversiones en Estados Unidos y muchos países y hablamos con frecuencia con la gerencia de Repsol y Repsol nunca ha sido y no quiere entrar en contravención de las leyes o sanciones de Estados Unidos”, declaró Abrams en una conferencia de prensa telefónica.
El funcionario aclaró que si las condiciones o las acciones cambian, hablarán con la petrolera española. El pasado miércoles, un funcionario estadounidense que pidió el anonimato amenazó con sanciones a Repsol, a la estadounidense Chevron y al conglomerado indio Reliance por sus actividades relacionadas con Venezuela, aunque reservó su advertencia más dura al consorcio estatal ruso del crudo Rosneft.
“Ya sea Rosneft, Reliance, Repsol o Chevron aquí en los Estados Unidos, yo tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura de Maduro”, dijo el funcionario, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica.
Pero este viernes, Abrams matizó esas afirmaciones y recordó que la petrolera cumple con el régimen de sanciones de EE.UU. y tiene muchos intereses dentro y fuera de Venezuela.
“¿Puede el régimen de Maduro presionar al Gobierno español por vía de Repsol? Bueno, pueden tratar de hacerlo, pero después de todo, con toda franqueza, Repsol es una compañía muy grande e internacional con muchos intereses e inversiones en EE.UU. y es lógico que Maduro trataría de presionar por Repsol, pero yo no diría que tendrá mucho éxito”, complementó.