El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció un experimento limitado que permitirá que los migrantes que ingresen al país sin autorización legal sean evaluados por agentes de asilo mientras estén bajo custodia.
Este enfoque, que comenzará la próxima semana con un pequeño número de migrantes, les dará acceso a asesoría legal y forma parte de los preparativos para cuando expire una norma relacionada con la pandemia de coronavirus que ha suspendido el derecho para muchos a pedir asilo. Se espera que dicha norma deje de aplicarse el 11 de mayo.
Si se amplía, este nuevo proceso podría generar un cambio significativo en la manera como se procesa a los migrantes a su llegada a territorio estadounidense para solicitar asilo. Funcionarios del DHS han detallado que trabajarán con un proveedor de servicios jurídicos, al cual no identificaron y que representará a los solicitantes de asilo en las investigaciones iniciales, conocidas como “entrevistas de temor fundado”.
El acceso a una representación legal será fundamental para que el plan avance, según los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir detalles que no han sido anunciados públicamente.
Las entrevistas se llevarán a cabo en grandes instalaciones temporales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) con líneas telefónicas que se utilizarán para las audiencias, según las autoridades. La política de la CBP limita la detención a 72 horas, que será el objetivo para completar las verificaciones.