Las estadísticas que manejan la Sociedad Venezolana de Oncología y varias organizaciones no gubernamentales señalan que de cada 10 mujeres diagnosticadas con cáncer de seno, 6 se encuentran en estadio avanzado. Esto incide negativamente en las posibilidades de recuperación y que los tratamientos que requieren son más complejos, así lo reseñó EL ESTÍMULO.
Una combinación de factores en los que también se incluye la dificultad de acceder a exámenes de diagnóstico hace que las venezolanas se consulten más tarde y se encuentren casos más avanzados de cáncer de seno.
“En esta enfermedad lo clave es detectarla temprano, cuando aún ni se palpa ni se siente. Eso da porcentaje de curación de prácticamente 100%”, aseguró Álvaro Gómez, cirujano oncólogo y mastólogo.
Gómez explica que, en el estado avanzado de la enfermedad, el bulto o tumor en la glándula mamaria es palpable y puede haber ganglios afectados. Estas mujeres pueden superar el mal pero, entre ellas, “habrá un porcentaje que no se curen, pero que tendrán una buena expectativa de vida por un tiempo”.
El mastólogo señala que, ante un diagnóstico tardío, el tratamiento es diferente y más complejo. En la mayoría de los casos, las pacientes requieren ciclos de quimioterapia, radioterapia, además de una cirugía para extirpar el tejido afectado por el cáncer.
Tocarse no es suficiente
“La campaña Tócate y el autoexamen es bueno, pero no suficiente. El diagnóstico temprano se hace con estudios específicos, mejor con un mamógrafo digital y equipos para ultrasonido. También debe contarse con un personal de salud especializado en el área. Este equipo debe estar compuesto por radiólogos, médicos cirujanos, oncólogos y personal de enfermería”, señala Gómez, quien forma parte del equipo del Grupo Médico Santa Paula y es expresidente de la Sociedad Venezolana de Mastología y Sociedad Venezolana de Oncología.
El médico explica que hay factores de riesgo modificables y no modificables. Entre los primeros, se encuentran el estilo de vida que incluye alimentación, consumo de tabaco y alcohol, actividad física y el cuidado y atención a las pacientes que se les indica terapia hormonal de reemplazo.
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