En vísperas de que la Audiencia de Barcelona resuelva el recurso en el que Dani Alves solicita su excarcelación, las pruebas del Instituto Nacional de Toxicología desmontan la versión del futbolista sobre lo ocurrido en la discoteca Sutton la madrugada del 30 al 31 diciembre. Según avanza ‘El Periódico’, el ADN localizado en el lavabo del local, en el cuerpo y ropa de la denunciante, coincide con el perfil del brasileño, al que la joven de 23 años acusa de agresión sexual.
Se trata de unos informes forenses, aportados ante el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona, que, para la acusación, que ejerce la letrada Ester García López, apuntalan el relato de la violación que habría perpetrado Alves, que cambió de versión en varias ocasiones. Primero negando cualquier encuentro y luego admitiendo una felación consentida.
La recogida de restos biológicos, tanto en Sutton como de la propia víctima, con la exploración en el Hospital Clínic, poco después del suceso, permitió determinar la existencia de material genético no correspondiente con el de la joven, ahora las pruebas confirman que éste, tal y como se sospechaba, pertenece al brasileño.